el club de la pelea y la teoría de la identidad

Si puedes despertar en un lugar diferente

Si puedes despertar en un tiempo diferente

¿Por qué no podrías despertar como una persona diferente?

El Narrador, en Fight Club

Advertencia

Si está leyéndola, entonces esta advertencia es para usted. Transcurre un segundo de su vida por cada palabra que lea de esta inservible cláusula. ¿No tiene otras cosas en qué ocuparse? ¿O le impresiona tanto la autoridad que respeta y le cree todo lo que dice tenerla? ¿Lee todo lo que supuestamente debe leer? ¿Piensa todo lo que supuestamente debe pensar? ¿Compra lo que dicen que debe querer? Salga de su departamento. Conozca alguien del sexo opuesto. Deje a un lado las compras excesivas y la masturbación. Renuncie a su empleo. Búsquele pelea a alguien. Pruebe que está vivo. Si no proclama su humanidad se convertirá en una estadística. Ya está advertido………………………… Tyler.

Escrito por John Zavodny

Monos espaciales

¿Cuándo te diste cuenta de que Brad Pitt y Edward Norton eran una especie de pareja de luchadores en pares que constantemente jugaban a ser Tyler Durden?

Sean honestos.

El personaje de Brad Pitt se expone por completo mientras que él y personaje de Edward Norton están en la habitación del hotel después de que Norton ha seguido los pases de abordar de Tyler Durden por toda Norteamérica:

            Estabas buscando una forma de cambiar tu vida. No podías hacer esto por tu cuenta. Yo soy todas las cosas que desearías ser. Me veo como te gustaría verte. Cojo como te gustaría coger. Soy inteligente, capaz, y lo más importante, soy libre en todas las formas en que tú no lo eres.

¿Fue en ese momento? ¿Lo entendiste entonces?

¿O te diste cuenta justo antes cuando el personaje de Norton y Marla están en el teléfono y ella finalmente lo llama por su nombre “Tyler Durden”?

Sean honestos

Quizás haya sido un poco antes cuando el alto y herido bartender con una férula para la cabeza llamó al personaje de Edward Norton “Sr Durden” y le dijo que fue él quien le puso un beso de ácido en su mano derecha.

Norton dice que el punto más temprano en el que un espectador honesto puede proclamar que “algo raro está sucediendo aquí”[i] es cuando el personaje de Brad Pitt está en el sótano (me imagino subconscientemente) alimentando las líneas que el Narrador (Edward Norton) debe decir durante su última conversación con Marta en cocina.

            ¿Es aquí cuando te has dado cuenta que el personaje de Edward Norton ha sufrido alguna especie de daño psicológico y en lugar de dormir estaba sonámbulo, explotando su departamento, desarrollando una extraña relación con Marla, entrenando “monos espaciales” y volando por todo el país planeando la destrucción de toda la civilización-todo bajo el nombre de “Tyler Durden”?

¿Siendo honestos?

Primero que nada, dejemos atrás esto de “El personaje de Edward Norton” y “el personaje de Brad Pitt” y pasemos la simple (y filosóficamente poco interesante) confusión respecto a los nombres de los personajes.

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“¿Quién eres? Cornelius, Rupert, Travis- Cualquiera de los estúpidos nombres que te asignas cada noche?”

Aparentemente, el personaje de Edward Norton es llamado oficialmente “El Narrador” pero vamos a adoptar una actitud más convencional y lo llamaremos “Jack” – como se menciona “Yo soy la bilis agresiva de Jack”[i]. Vamos a llamar al personaje de Brad Pitt “Tyler Durden” porque Pitt será siempre (aunque no solamente) Tyler Durden. Helena Bonham Carter simplemente será Marla Singer.

            Jack, su desafortunada situación, sus malaventuras, sus tendencias autodestructivas, su viaje con su alter-ego y su final autorrenovación, todo provee un vehículo para pensar filosóficamente sobre que significa vivir una vida significativa (o lo contrario). A través de Jack nos encontramos las preguntas más básicas del ser humano “¿Por qué estoy aquí?” “¿La vida tiene algún propósito?” “¿Importa si no importa?” “¿Cómo la historia y la cultura me ayudan a ser quién soy?” “¿Quién soy?” y respecto a la última, “¿Cómo puedo estar tan seguro?”  El “progreso” de Jack nos llevará por los bordes de estas preguntas y propondrá un par de alternativas sobre cómo pensar acerca de la pregunta central de la identidad personal, ¿qué es lo que hace que yo, pueda ser yo?

A través de moretones y egos lastimados, comentarios y complicaciones, Fight Club revela un mensaje y moral muy simple: algo como Se verdadero contigo mismo o no se sabe que podría pasar. Este mensaje moral incluye un (y potencialmente negociable) acuerdo a una teoría general de la identidad personal-uno que llamaría autenticidad romántica (hablaré más al respecto después).

En las siguientes páginas, intentaré mostrar que la identificación temprana y satírica de Jack con sus pertenencias es una versión ridícula y de alguna manera más interesante teoría de la identidad. Intentaré ver si un poco de más creatividad y esfuerzo desde el comienzo hubiera ayudado a Jack a evitar semejante crisis desordenada. En el proceso, intentaré ofrecer una lectura filosófica provocativa en mi lectura sobre El Club de la Pelea.

“Soy la vida desperdiciada de Jack”

La motivación principal para todo el caos en El Club de la Pelea es que nuestro narrador Jack tiene una crisis existencial. Una vida humana y las intenciones que la acompañan carecen de permanencia y, de acuerdo con la lógica existencial de Jack, sin permanencia, el significado está puesto en duda. En el libro, cuando Bob lo está abrazando en el grupo de apoyo para sobrevivientes de cáncer (“Los hombres que quedan”), Jack encuentra alivio al dejar ir la ilusión de permanencia: “Llorar está al alcance de la mano en la oscura oscuridad, cerca del alguien más, cuando ves como todo lo que puedes lograr terminará en la basura” (p.17).

Mucho después, en un momento de su “grupo de ayuda” paralelo en el sótano de un bar del Club de la Pelea, cuando se encuentran enfrascados en un tipo muy distinto de encuentro, Jack resuena el sentimiento expresado por Bob de una manera más directa y pedagógica:

           Número tres libras hasta que su puño está lacerado.

            Hasta que estoy llorando.

            Cómo todo lo que alguna vez amaste te desprecie o muera

            Todo lo que alguna vez creaste sea tirado a la basura

            Todo de lo que estés orgulloso termine como desperdicio,

            (p.201)

El intento frustrado de encontrar o crear un significado en la vida, aparentemente empata con su inhabilidad para lidiar con sus sentimientos extraños de atracción de una confusa Marla Singer, que su vez, manifiesta en si mismo en el extraño hípster alter ego, Tyler Durden. Pero el sin sentido no está limitado a la pequeña vida de Jack; el proyecta su sinsentido en otros proyectos humanos. Jack se recuerda a si mismo constantemente y Tyler les recuerda constantemente a las abejas trabajadoras del Proyecto Mayhem (llamados “Monos Espaciales” por su deseo de seguir ordenes hacia su perdición o la muerte) de modo que “todo lo que alguna vez lograron terminará en la basura.”

¿quién soy? ¿cuál es mi identidad? ¿mis posesiones definen quién soy?

Al igual que otros, logré convertirme en un esclavo del instinto de anidar de IKEA

La vida nula y sin sentido de Jack es el resultado de su intento fallido para comprar y ensamblar una identidad de aparador que funcione para él (“Hojeaba catálogos y me preguntaba, ¿qué clase set de cocina me definiría como persona?”) Aparentemente no era por una falta de esfuerzo, o siquiera la incapacidad de adquirir las pertenencias adecuadas. Después de que Tyler vuela en pedazos su apartamento, pero antes de que sepa que Tyler lo hizo, Jack confiesa, “Lo tenía todo. Un estéreo muy decente, un guardarropa que se estaba volviendo muy respetable. Estaba muy cerca de estar completo.”[i] En caso de que hubiera alguna preocupación de que Jack no se sintiera identificado con sus pertenencias, la reafirmación en la conversación por teléfono con el detective asignado al caso.

            Mire, nadie lo tomará con más seriedad que yo. Ese condominio era mi vida, ¿ok? Amaba cada pedazo de madera de los muebles que había ahí. No solo eran un montón de cosas que se destruyeron- ¡ERA YO!

Tyler entiende la identidad del consumidor perfectamente, pero reacciona al apego de Jack y su identificación con sus pertenencias con condescendencia e incredulidad.

TYLER: ¿Qué es lo que somos entonces?

JACK: Somos, ya sabes, consumidores.

TYLER: Exacto, somos consumidores. Somos productos de una obsesión por el estilo de vida. Asesinatos, crimen, pobreza, estas cosas no me conciernen. Lo que me concierne son revistas sobre celebridades, televisión con 500 canales, el nombre de algún tipo en mi ropa interior. Rogaine, Viagra, Olestra…

JACK: … Martha Stewart.

TYLER: Al diablo Martha Stewart. Martha esta puliendo la cubierta del Titanic. Todo se va a ir al carajo men. Así que al diablo con tus sofás y los patrones de líneas verdes en él. Yo digo, Nunca estes completo. Yo digo, vamos a evolucionar. Dejemos que las piezas caigan en dónde quieran (énfasis propio)

 Esta idea de que la identidad es la manifestación objetiva de patrones de consumo de un individuo es constantemente perseguida y rechazada durante toda la película. ¿Cuántas veces no escuchamos en el film la letanía de Tyler acerca de lo que no eres?

No eres tú trabajo;

No eres la cantidad de dinero que tienes en el banco

No eres el auto que conduces

No eres lo que llevas en la cartera

No eres tus malditos khakis

Eventualmente, bajo el conjuro hipnótico de Tyler, Jack acepta que el no es sus “platos de vidrio con burbujas y pequeñas imperfecciones que prueban que fueron hechos por la gente honesta y sencilla de… dónde sea” y decide que ha fallado en su intento de definir su identidad con base a los productos que consuma. O, más importante, su consumismo le ha fallado a Jack. El consumismo le ha fallado hacer de él la persona con la que podría vivir durante toda una vida.

Pero si Jack no es su “Lámpara de papel chino natural” ¿entonces? ¿quién es? Si este capítulo fuera una película, este podría ser un buen lugar para un flash de un solo frame de Tyler Durden pedaleando en la bicicleta de ejercicios de Jack, o colocando dinamita hecha en la bañera en el condominio de Jack.

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La superación personal es Masturbación

¿Ahora, la autodestrucción…?

En el cine como en la vida, la noción que la gente necesita estar rota para reconstruirse es altamente popular. Desde Full Metal Jacket hasta el taller de reasignación de preferencia sexual de I’m a Cheerleader, hasta la reeducación moral en Naranja Mecánica y el respeto a la autoridad en Cool Hand Luke nos ha enseñado que el yo son cosas sorprendentemente resilientes que deben ser aplastados si queremos alcanzar que el cambio de personalidad duradero permanezca.

 El error de Jack en crear una personalidad duradera y satisfactoria mediante la elección de estilos de vida de un catálogo de muebles motivó su cambio dramático. Ese cambio dramático vino en forma de un Tyler Durden hiper estilizado y volátil. Tempranamente en la historia, Tyler toma el problema en sus propias manos preparando la demolición del departamento de Jack, pero, eventualmente, se vuelve más relevante para Jack tomar las riendas de su propia transformación, o en el lenguaje del filme es importante para Jack que “toque fondo”. En algún momento, Tyler le hace un cumplido a Marla diciéndole, “al menos ella está tratando de tocar fondo.”

En un momento pivote Tyler besa la mano de Jack y deja que la saliva actúe como catalizador de lejía y le provoque una herida química. El beso ácido funciona en muchos niveles. Además de darle a Jack un recordatorio ubicuo de la presencia de Tyler, lo anima a que ponga atención tanto a su experiencia inmediata (“Este es tu dolor. Esta es tú mano hirviendo. ¡Está justo aquí!”) y su mayor crisis existencial (“Primero, tienes que saber –no temer –saber que algún día vas a morir.”) El beso también provee un momento clave en dónde Jack debe comenzar a empezar a tomar responsabilidad de su propia destrucción y su subsecuente crecimiento.

 Cuando se deja ir y acepta que “es solo cuando perdemos todo que somos libres para hacer lo que queremos,” Tyler deja ir el brazo de Jack, permitiéndole a Jack tomar el control de su propia caída y a la vez le hace concentrarse en su propia situación (la carne quemándose.). Es solo cuando Jack acepta el control y responsabilidad que Tyler neutraliza la herida con vinagre; mientras que Jack se resista a “tocar fondo” Tyler mantiene la delantera.

El accidente en el auto tiene una estructura muy similar en significado con el beso ácido y reforza la idea de dejarse ir/tocar fondo. Tyler está conduciendo sin cuidado y Jack está retorciéndose. Tyler suelta el volante y anima a Jack a hacer lo mismo. “Tocar fondo no es un retiro de fin de semana. No es un maldito seminario. Deja de tratar de controlar todo y déjate ir… ¡DEJATE IR!” Entonces chocan. Tyler proclama, “Hemos tenido una experiencia cercana a la vida.” Así que, muy bien, una vez que has tocado fondo, ¿a dónde vas desde ahí? [Inserte un Tyler Durden subliminal número dos aquí.]

¿Esto se trata de tú y yo?

El Club de la Pelea es en el fondo, básicamente una película romántica. No quiero decir que Fight Club es un chico-encuentra-chica-encuentra-chico-encuentra-herida química romántico, a pesar de que hay algo de eso. Esto hablando de Romántico en el sentido del siglo XIX Trascendentalista-regreso-a-la-naturaleza-independiente-Ralph-Waldo-Emerson-se-encuentra-con-David-Thoureau sentido romántico.

El legado de los Románticos en América es el espiritualismo trascendental que anima a las personas a una renovación mediante un contacto con la naturaleza –naturaleza en el sentido de animales y espacios verdes, sí, pero también conscientes de la naturaleza manifestada en un uno indistinto e inherente a la naturaleza personal humana. Emerson celebra la naturaleza y el espíritu de la humanidad de esta forma:

O rich and various man! thou palace of sight and sound, carrying in thy senses the morning and the night, and the unfathomable galaxy; in thy brain, the geometry of the city of God; in thy heart, the power of love and the realms of right and wrong. An individual man is a fruit which it cost all the foregoing ages to form and ripen.” (trad. ¡Oh hombre rico y variado! tú, palacio de la vista y el sonido, que llevas en tus sentidos la mañana y la noche, y la insondable galaxia; en tu cerebro, la geometría de la ciudad de Dios; en tu corazón, el poder del amor y los reinos del bien y del mal. Un hombre individual es un fruto que le costó a todas las edades anteriores formar y madurar.)

Ralph Waldo Emerson

Adaptaciones contemporáneas del Romanticismo nos inspiran a reconectarnos a ambos, el mundo natural en nuestro alrededor y nuestro más auténtico, mejor, interno, puro, fuerte naturaleza oculta dentro de nosotros. El romanticismo cuestiona las soluciones tecnológicas a problemas sociológicos, medioambientales y políticos. Lo hace al menos en parte, porque la tecnología (computadores, televisiones, automóviles, viajes por aire) media e interpreta su contra parte cruda, autentica, momentos puros de la experiencia vivida.

La tecnología te dice que es importante. La tecnología te dice que debes pensar. La tecnología se interpone entre tú y tu vida (“Este es el mejor momento de tu vida, y tú estás en algún lugar perdiéndote de ello”.) Tyler Durden es el moderno, anti-tecnología, urgencia primaria, idealizador del momento, héroe Romántico fantasía de sí mismo qué puede hacerse cargo de sí a todo color y en pantalla oled.

Tyler juega el papel del héroe romántico primero ayudando a Jack a estar en contacto con su propio instinto básico y sus inclinaciones, luego mediante el armado de una visión más amplia del Romanticismo postapocalíptico americano en dónde la tecnología no media la experiencia individual. Operando desde una teoría implícita de la identidad personal que llamaré “El punto de vista romántico de la autenticidad.” Tyler lo toma como una simple forma de autoconocimiento en que uno debe saber como reaccionará a una pelea. Es de alguna forma básico. Esto es necesario para el auténtico conocimiento de uno mismo. El Club de la Pelea inicia en el estacionamiento de Lou’s como una exploración previa de los límites físicos de Jack.

TYLER: Nunca he estado en una pelea. ¿y tú?

JACK: No, pero eso es algo bueno.

TYLER: No, no lo es. ¿Qué tanto puedes saber de ti mismo si nunca has estado en una pelea? No quiero morir sin ninguna herida. Así que ven, pégame antes que pierda la paciencia.

El conocimiento de si mismo ganado a través de una pequeña, pero sin mediar agresión animal es, tal cual, romántico.

Habiendo retado de forma exitosa el instinto (muy marcado) de preservación, Tyler procede sin discriminación a remover estos límites –económicos, sociales, higiénicos– que Jack ha trabajado muy duro para perfeccionar, pero que lo encarcela y congela su propio desarrollo (“Yo digo, hay que evolucionar. Hay que dejar que las fichas caigan donde deban caer.”) A través de Tyler y en línea con la perspectiva de autenticidad Romántica identitaria, Jack echa por la borda los límites sexuales, políticos, económicos, morales y legales que lo mantienen sus instintos básicos enjaulados hasta este momento.

Desde que el El Club de la Pelea empezó a ser una forma para que Jack pudiera comprenderse mejor a sí mismo, solo tiene sentido que su desarrollo refleje su propio crecimiento personal. Tan pronto Jack empieza a sobrepasar su raro nuevo sistema /movimiento de autoayuda, El Club de la Pelea “sale del sótano” en la forma del Proyecto Mayhem.

Tyler se vuelve cada vez más independiente de Jack y Jack se convierte cada vez más y más como Tyler (“Al final, todos nos volveremos lo que Tyler quiere que seamos”) y las aspiraciones de Tyler sobrepasan los confines de la pequeña psique de Jack.

Tyler comienza a imaginar el progreso social anarquista que provee el análogo de una evolución más individual de Jack. El Proyecto Mayhem es el intento de Tyler para darse cuenta de que mediante la caída social y financiera se limpiará el camino para su América neorromántica postapocalíptica.

Después del viaje en auto en el que Tyler anuncia que el Proyecto Mayhem es “más grande que tú yo”, Tyler articula su visión de la nueva América en una especie de sueño lejano.

En el mundo que veo, persigues alces a través de los bosques y cañones alrededor de las ruinas del Centro Rockefeller. Vestirás ropa hecha con pieles que te durarán por toda tu vida. Escalarás las montañas de la torre Sears para agarrar algunas de las uvas de sus viñedos. Y cuando veas hacia abajo, verás pequeñas figuras sembrando maíz, colocando tiras de venados en una alguna carretera abandonada.

El Club de la Pelea termina con Tyler muerto (a pesar de que un cuadro de un milisegundo con un pene nos hace pensar lo contrario.) Muerto o no, el Proyecto Mayhem parece bastante funcional en su intento de crear la visión apocalíptica de una realidad tipo Mad Max.

No, espera. Regresemos. Déjenme empezar desde antes.

Hemos seguido a Jack desde su identificación original con sus pertenencias y el resultado de sus crisis existenciales, a través de autodestrucción ideológica hacia una realización auténtica romantizada y hacia la destrucción cultural. Habiendo descrito el amplio rango de la película y su estructura filosófica, ahora estamos en una posición para considerar si Jack quizás haya fallado incluso antes de que la película iniciara –incluso si el fue forzado a rechazar su teoría original de la identidad personal y promulgar a Tyler solo debido a su escasez de imaginación. Quizás las ideas originales de Jack no le fallaron. Quizás Jack le falló a sus ideas.

Si me has comprado mi versión de la historia hasta aquí, es probable que nos hemos comprometido nosotros mismos hacia una actitud negativa respecto a la visión original de la identidad personal. Primero, denominamos la visión original de Jack sobre lo que hace a uno un “consumidor de identidad” –una categorización cargada negativamente, sin duda. Entonces aceptamos que Jack sea exitoso tanto como pueda en cuanto a la creación de un mosaico de pertenencias y sentirse completamente identificado con esas pertenencias –que es entender que Jack no falló en su consumismo, su consumismo le falló a Jack. Hemos aceptado que la vida de Jack es –tal cuál dice– sin sentido y la persona que él ha creado es insípida (Creo que estamos de acuerdo en eso, al menos implícitamente).

Por lo que parece, entonces, esa consistencia requiere que hagamos lo que Jack hizo y rechazar su visión de identidad consumista visto desde un todo y abracemos la visión de autenticidad romántica que Tyler personifica. Tal parece que debemos abrazar la autenticidad romántica o proveer otra posibilidad por nuestra cuenta, esto con el fin de que entendamos que hace un yo. A pesar de que rechacemos tanto la posición consumista y la posición de la autenticidad e intentemos encontrar otra que nos parezca atractiva, existe una opción más. Quizás el intento de Jack para la autocreación simplemente carecía de creatividad suficiente.

Cuando una teoría, perspectiva, punto de vista o argumento es presentado terriblemente, solo por el motivo de forzar el tema hacia el juicio y consecuentemente buscar una alternativa, los filósofos llaman a esto una falacia del “hombre de paja”. Una falacia de hombre de paja está construida sobre una postura floja, hecha con materiales de baja calidad y se presenta sin mucho entusiasmo (parecido al espantapájaros; solo tiene que medio parecerse a lo real.) Un hombre de paja insinúa más que un argumento bien armado y se mantiene lo suficiente para que la oposición lo desmienta de forma convincente—una especie de accesorio de cine. La vida original de Jack—la vida de consumo— es un argumento de hombre paja que representa solo un pequeño clúster de teorías identitarias personales que clasificaré como la vida como arte en las teorías de la personalidad. Piensa en la vida como el lienzo en que una persona es creada como producto de la enorme cantidad de posibilidades venidas de la experiencia.

Filósofos desde los existencialistas como Friedrich Nietzsche y Jean-Paul Sartre, hasta los posmodernos como Richard Rorty y Jacques Derrida han sostenido alguna versión de la vida como arte. Estos pensadores entienden que tu identidad surge de aquello con lo que haces de tu tiempo—de esas opciones que tomas en la vida— de las cuales, las menos interesantes podrían ser tus compras.

Tyler ataca algunos temas bellos, pero poco inconsecuentes en su “tú no eres tú…” discurso. ¿Quién no estaría de acuerdo en que no son los pantalones que viste? ¿Lo idolatrarían al mismo nivel si su grito de protesta fuera algo así?

No eres quién amas.

No eres el lugar que llamas hogar.

No eres la diferencia de lo que hagas.

No eres tú pasión.

No eres lo que has creado.

No eres tú legado.

Lo dudo. Podríamos estar de acuerdo que este tipo de cosas tienen algún nivel de importancia. El retrato de la vida pintada en grandes esquemas de color, cientos de decisiones a la vez. Y tal cual los artistas visuales, se espera que se rompan, doblen o inventen nuevas reglas, gente que piensen de si mismos como los medios que no son juzgados de acuerdo un juego de estándares preexistentes para el éxito o por expectativas eternas. La gente se vuelve parte de una comunidad abrazando algunos elementos de la sociedad e individualizándose a si mismos mediante el rechazo de otros. La libertad desde este punto de vista es el reconocimiento de que no existen estándares últimos preexistentes de los cuales podamos contar.

La libertad es la aceptación de que nuestras primeras actitudes hacia el éxito y el significado de la vida no son productos de nuestra creación. Y, lo más importante, la libertad es el reconocimiento de que podemos cambiar nuestros estándares y actitudes hacia el éxito.

Todo lo que necesitas para construir un argumento convincente para la vida como arte es considerar ejemplos de gente que ha tomado mejores decisiones en crear sus vidas en comparación con lo que Jack hizo—gente que hizo una bonita vida para si mismos. Tú conoces algunos interesantes trabajos de vida, estoy seguro. Probablemente tu seas uno de ellos. No se necesitaría mucho para hacerlo mejor que lo que Jack. Jack es el hombre de paja de la sociedad contemporánea consumista, un producto literario delineado para introducir la idea del rebelde romántico idealizado, Tyler Durden.

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Pero solo soy yo. Podría estar mal

¿Qué hay respecto al punto de vista de Jack de la vida como forma de arte?

¿Su sofá de rayas verdes y sus lámparas de papel chino pueden contar como una forma honesta y un esfuerzo serio para construir una vida? Jack parece ser una persona de fácil sugestión y muy pasivo al principio de la película. La creación de identidad quizás no requiera constante atención y creatividad, pero al mismo tiempo buscar otras posibilidades puedan requerir más que utilizar el [coloque el catálogo o lista de correos de su tienda de muebles favorita] o vender tu nombre a sus competidores y luego mirar ávidamente sus catálogos mientras estás en el baño.

Mientras podemos llevarnos de tarea el mensaje que Fight Club parece ser, se fiel a quien realmente eres o todos sufrirán, fácilmente podemos girar el mensaje para formar este, Pon un poco de esfuerzo en la creación de ti mismo, o terminarás con una identidad fuera de los límites. ¿Pero no es eso lo que importa sobre Jack? —él es el tipo persona fuera de límites para cualquier hombre en esta era. Y eso es quizás el porqué la película funciona. Carismático y brillante que pensamos que es, Jack supuestamente representa lo que está mal con nuestra cultura. Y en esto él es muy, muy bueno.

Para reflexionar

  1. ¿Cómo caracterizarías la relación psicológica entre el personaje de Edward Norton y Brad Pitt?
  2. ¿Existe un héroe en Fight Club? ¿Y si es así, quién tiene ese papel? ¿Brad Pitt? ¿Ed Norton? ¿Por qué? ¿Qué es lo que lo hace un héroe?
  3. Si pudieras activar tu propio “Tyler Durden” interno, ¿lo harías? ¿Y si no, porqué no? Cuéntanos una historia con tú Tyler Durden como el personaje principal—¿qué es lo que él o ella haría? ¿Por qué? ¿Cómo es el o ella diferente de ti?

Traducido por tenamaxtli para Rebelión Antigua

Para saber más

Kimberly A Blessing and Paul J. Tudico. Movies and the meaning of life Open Court Chicago 2006 (versión Kindle)

Walter Truett Anderson. The Truth about the Truth. New York: Penguin Putnam, 1995.

John Perry. A Dialogue on Personal Identity. Indianapolis: Hackett, 1978.

Nietzsche Friedrich. Voluntad de poder. Editores Mexicanos Unidos 2000.

Ralph Waldo Emerson. Nature and Walking. Boston: Beacon, 1991.

El Club de la Pelea y su actualidad para el mundo (en este blog)

[i] Lo dice en los comentarios del DVD de la película.

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3 replies on “El cine y el significado de la vida (1) Soy la vida desperdiciada de Jack: El Club de la Pelea y la identidad Personal”

  • diciembre 6, 2007 at 6:28 pm

    Y dicen que yo estoy equivocado JA!, talvez realmente el Nihilismo mostrado en esta movie te dice exactamente en que termina todo ….MURIENDO.

    Yo lo se y por eso escucho a mis amigos que son lo unico que me llevare a la tumba y mas alla.

    Sekreto

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  • […] Inspirado en el libro Movies and the meaning of life hice un ensayo para el blog hace ya diez añosEl cine y el significado de la vida (1): Fight Club […]