“El humor hace reír y llorar sin perder su indiferente, nihilista relación con el mundo.”

Leonid Andréiev

El nihilismo como actitud filosófica aún sigue dando de que hablar en el siglo XXI. Aunque el fanatismo religioso está teniendo un auge en la segunda década del milenio, se dan debates en los nuevos medios de comunicación sobre el nihilismo. En otras ocasiones hemos explicado en que consiste y cómo podemos hacer uso de él. Ya que, al ser un concepto utilizado y mal entendido por muchos suele tener amplias críticas de intelectuales, místicos y filósofos religiosos. Incluso se ha tachado a autores como Nietzsche de proponer un nihilismo dañino para la sociedad, cuando en la realidad buscaba un camino propositivo o fuera del mismo.

En esta ocasión nos avocaremos a hablar del nihilismo y la comedia. Estaremos tomando ideas del texto Laughing at nothing: Humor as a response to Nihilism de John Marmysz como base. Este trabajo enlaza ambas ideas cuya fusión posibilita la perspectiva de una vida basada en lo absurdo que puede ser la vida. La risa, como elemento de la personalidad nihilista, abraza el sinsentido de la vida como una obra teatral que busca ante todo hacer reír al espectador. La comedia nihilista ha sido utilizada en la modernidad para crear personajes y tramas de novelas. Incluso los griegos llegaron a plantear la idea de ver el mundo desde el punto de vista cómico, pero, -debido a los romanos y el cristianismo- terminó siendo vencido por la tragedia.

«En estos días, la negación es la cosa más útil de todas- por lo que, negamos ¿Todo? Todo¿Qué? No solo el arte, la poesía…. sino también… tengo miedo de decirlo… Todo, Bazarov repitió con una inexpresable calma«

Ivan Turgenev,Fathers and Sons(1862),trans.George Reavy (New York: Signet Books,n.d.),p.55

Genealogía del Nihilismo

Gran parte de la filosofía de Nietzsche se basa en el problema del nihilismo en Occidente. Al igual que otros filósofos, su preocupación por una sociedad basada en el vacío o el sinsentido era motivación suficiente para reflexionar sobre sus consecuencias. Su influencia principal, Schopenhauer, había propuesto una vida en la que la alternativa era optar por una visión pesimista. Inventamos todo tipo de situaciones e ideas para ocultar el hecho de nuestra propia mortandad. En cambio Nietzsche trabajó en una salida a esta postura. En ocasiones encontraba solución en arte, otras en la ciencia, algunas en la música y otras en la vida dionisíaca.

Nietzsche fue un fan de ciertas ideas filosóficas griegas que el creyó que fueron opacadas por el platonismo. El nihilismo alemán fue primordial para las ideas que se plantearían en el siglo XX. El término no se refiere simplemente a condiciones descriptivas sino a una dimensión evaluativa.

Existen posturas que consideran la filosofía de Kant como nihilista ya que rechazaba la posibilidad de una verdad no subjetiva y condición última de la realidad.  Su filosofía, dicen sus detractores, es nihilista ya que sus conclusiones nos dejan desconectados de la realidad «última» y eso no agradaba a los pensadores de aquella época. Mientras tanto, en Rusia también se estaba formando un pensamiento nihilista. Aunque estaba siendo concebido de una forma muy distinta a sus pares alemanes, el nihilismo ruso está más asociado con posturas políticas y revolucionarias.

Los escritores de novelas rusos eran quienes más reflejaban su visión del nihilismo cuyo parentesco con el materialismo, el hedonismo y cinismo de la antigua Grecia. Otra parte del pensamiento ruso llevó el concepto a encajar con sus propias ideas en boga en ese momento. Una mezcla de todos estos nihilismo fue causa de la nueva generación de intelectuales apasionados por la idea. Dostoyevsky fue uno de ellos, y en varias de sus novelas fue crítico de todos aquellos que «habían sido infectados por el nihilismo racionalista de los jóvenes con mentalidad revolucionaria». A pesar de estos esfuerzos, llamarse a si mismo nihilista en aquella época no era necesariamente malo.

Fue Nietzsche quien popularizó la idea y la llevó al siglo XX. Para él existían dos tipos de nihilismo, uno pasivo y otro activo. El nihilista pasivo es aquel que no encuentra sentido a la vida y no hace nada por remediarlo, mientras que el nihilista activo busca nuevas formas para sobrellevar el nihilismo en su vida cotidiana. Nietzsche tomo diferentes posturas a lo largo de sus escritos aunque para èl era necesario realizar una propuesta para superar el nihilismo que venía llegar en su tiempo.

Para Nietzsche, el nihilismo no es una posición asumida en un momento y conservada para para toda la vida. Era un proceso lento que podía consumir a las personas y desatarse más o menos según su vida personal. Un actor como Robin Williams no simplemente se hizo hizo nihilista desde su juventud sino que fue acumulando el sentido hasta que encontró un motivo para demostrar su nihilismo absoluto mediante el suicidio (Aunque no se descarta la posibilidad de suicidio por enfermedad terminal). El filósofo alemán creyó ver síntomas de la decadencia de Europa en el cristianismo, el anarquismo y Sócrates.

Siendo que el nihilismo puede crecer o disminuir en diferentes etapas de la vida humana, existen momentos en los que la incongruencia puede ser parte de la actitud y el pensamiento nihilista. Aunque se piensa que el nihilismo tiene una explicación única, el concepto tiene varias vertientes e interpretaciones. La sensación de vacío e inutilidad de la vida humana también desata diferentes actitudes sobre ella. Una de estas es el humor.

nihilismo y comedia

Nihilismo, humor e incongruencia

Para el filósofo John Marmysz, el humor puede ser una salida saludable a la actitud nihilista pues este interpreta de forma activa la incongruencia de la vida en términos de diversión y placer mientras que elimina la ansiedad dolorosa de esta. Para el nihilista, el destino puede ser incongruente e injusto, además de darnos cosas que no deseamos ni nos favorecen. No obstante, no debemos ver esto como una señal para caer en la desolación o abdicar a la más alta de nuestras metas inalcanzables. Más bien, con el humor, el individuo entiende la vida con todas sus fallas que soporta durante toda su duración como parte del drama cósmico que le divierte al ser la absurdidad final.

El nihilista cómico ve banalidad e incongruencia en su propia vida y la vida de los demás. El orden moral y las convenciones sociales ordinarias son frágiles. Los valores bueno y malo son totalmente subjetivos y consideran que cualquier persona estaría dispuestos a romperlos si tuvieran oportunidad.

El nihilista cómico es un individuo que optó por ver al mundo a través de los ojos de la comedia y descartar la tragedia que actualmente impera. Muchos de los villanos de la mitología moderna tienen rasgos de esta actitud. Uno de los casos más conocidos es el Guasón o Joker, el enemigo más popular de Batman.

Parte de esta popularidad reside en la complejidad y profundidad que se le ha dado al personaje, esto es más visible en la segunda entrega del Batman de Nolan: The Dark Knight. En esta película se observa una batalla del Joker por demostrar que la certeza de los valores morales del hombre común puede tambalearse con mucha facilidad. Tanto Batman como el Joker representan dos salidas para un mismo problema: el sinsentido de la vida. Bruce Wayne pierde a sus padres mientras que el Joker tiene un terrible día. ¿Cómo respondes a la vida cuando esta destruye cualquier sentido?

Esta similaridad entre ambos personajes los vuelve sumamente interesantes al interactuar. Mientras que Batman intenta convencer al Guasón de aceptar las convenciones morales existentes, el segundo busca hacer que el caballero oscuro las abandone. El Guasón de Nolan es todavía más oscuro y nihilista que sus predecesores, pues nunca se le atribuye un origen o carácter con sentido de organización como si lo tienen otras adaptaciones. El Joker le divierte torturar a las personas que buscan conservar un sentido a su existencia mediante la protección de sus valores morales. La vida es una farsa de la cuál vale la pena divertirse y probar mediante experimentos su incongruencia. Schopenhauer descrifa de forma elegante la génesis del humor:

«La risa no nace nunca sino de la percepción repentina de la incongruencia entre un concepto y los objetos reales que en algún respecto se habían pensado con el, y ella misma es la simple expresión de esa incongruencia. Con frecuencia surge porque dos o mas objetos reales se piensan con un concepto y la identidad de este se traslada a ellos; pero su total diversidad en lo demás hace patente que el concepto solo era adecuado a ellos en una consideración parcial.

Con la misma frecuencia, lo que se hace repentinamente perceptible es la incongruencia de un solo objeto real con el concepto en el que se había subsumido, en parte con razón. Cuanto mas correcta es la subsuncion de esas realidades bajo el concepto, por un lado, y cuanto mayor y mas llamativa es su inadecuacion a el, por otro, mas enérgico es el efecto irrisorio que nace de esa oposición. Así que toda risa surge siempre con ocasión de una subsuncion paradójica y, por ello, inesperada, al margen de que se exprese con palabras o con hechos. Esta es, en suma, la correcta explicación de lo irrisorio.»

Arthur Schopenhauer, El Mundo como Voluntad y Representación

La idea de encontrar humor en el nihilismo no es nueva. Cuando se usa en dosis pequeñas, sirve muy bien como mecanismo de defensa. Reírse de la nada puede ser una de las cosas más sanas que podemos practicar. En un mundo en dónde el nihilismo pasivo y negativo inunda la cultura popular, más que una actitud acertada, pareciera una medicina necesaria para la modernidad.

La comedia como salida a la representación del mundo fue la opción para el pueblo griego. Películas modernas griegas nos ponen dos casos muy interesantes. El primero es el de la película Nunca en Domingo con Melina Merkoúri como protagonista.  La trama nos cuenta la vida de una prostituta que establece sus propias reglas para convivir con los hombres que la buscan, no tiene padrote alguno y jamás se acuesta con alguien en domingo. Su vida cambia cuando conoce a un americano que viaja a Grecia para encontrar la razón del porque la civilización decayó.

Cuando observa la vida de la prostituta se da a la tarea de conocerla y hacerla cambiar de parecer. Una de las escenas más interesantes es cuando Homer, el filósofo norteamericano habla de las tragedias griegas a Ilya (la prostituta) y ella le corrige los finales de estas, pues según ella, todas terminan finales felices. Esto nos habla del espíritu griego popular contemporáneo, la vida es un enorme drama que termina con una fatalidad que a ellos les resulta cómica (lo incongruente de la muerte provoca un resultado irrisorio).

En Zorba el Griego, también existe una suerte de comedia en la vida. Gran parte de la trama del libro y la película es la explotación de una mina en Creta. Al final de la película, el proyecto es un fracaso monumental que termina con risa y baile por parte de los protagonistas. En el libro, la vida de ambos continúa después de la mina. Gracias a las cartas, el patrón se entera de la muerte de Zorba, quien acordé a su filosofía, muere de una enorme carcajada (al igual que Crisipo):

«Tales fueron las últimas palabras que dijo, y enseguida se incorporó, separó las sábanas, quiso levantarse. Acudimos a contenerlo, su mujer Liuba, yo y algunos vecinos de ro­bustos puños. Sin embargo, nos apartó violentamente, saltó del lecho y llegó hasta la ventana. Allí, prendido del marco, contempló a lo lejos las montañas, abrió desmesuradamente los ojos, lanzó una carcajada y luego relinchó como un potro. De tal modo, en pie, con las uñas hundidas en el marco de la ventana, lo sorprendió la muerte.»

Última escena del libro Zorba el Griego

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