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¿Puede una persona ordinaria vivir como héroe? ¿Se encuentra mayor satisfacción y felicidad viviendo heroicamente? Un análisis de las películas del Hombre Araña desde la perspectiva de la filosofía clásica nos ayudará a responder estas preguntas.

Para Peter Parker, la muerte de su tío Ben fue un evento que marcó fuertemente su vida. La culpa lo invade ya que el hombre que asesinó a su tío era el mismo ladrón que él había dejado escapar unas horas antes. Peter hubiera podido prevenir su muerte. “Un gran poder conlleva una gran responsabilidad.” La voz de su tío resuena en su cabeza a manera de un constante recordatorio de que cada vez que no se actúa con justicia hay una consecuencia negativa. A partir de ese momento, Peter Parker asumió plenamente sus poderes y se transformó en el conocido superhéroe, el Hombre Araña.

A pesar de tener habilidades sobrenaturales, Peter se encuentra en un dilema moral al tener que decidir cómo debe usarlos. En su ensayo Of Spider-Man, Spider-Man 2, and Living Like a Hero, Jonathan Sanford explora la moraleja de las dos películas. Él propone que el camino del héroe debe ser también el nuestro; todos tenemos obligaciones únicas que no siempre son sencillas, pero solo siendo fieles a estas obligaciones – lo que Sanford llama ser heroico – es que podemos vivir vidas plenas y significativas.

Pero, ¿qué significa elegir el camino del héroe y por qué deberíamos querer ser heroicos? Sanford se apoya en Platón y Aristóteles, dos de los más grandes filósofos de la historia, para ayudarnos a responder estas preguntas. Los dos pensadores sugieren que lo primero que debemos hacer es observar a aquellas personas que puedan ser modelos a seguir en nuestras propias vidas. Platón describe las características que debe tener un héroe en los libros V y VI de la República, mientras que Aristóteles lo hace en su Ética nicomáquea. En ambos casos, se proponen modelos de vida a seguir, de la misma manera en que el Hombre Araña puede servir de inspiración para tener un desarrollo moral bajo los parámetros del héroe.

Como todo personaje heroico, el Hombre Araña tendrá que enfrentar retos y pruebas. Uno de los más importantes es mantener la humildad ya que tener poderes lo convierte en un ser excepcional y la tentación de usar esas habilidades para su beneficio personal puede llegar a ser muy grande. Esta situación se puede apreciar claramente en los villanos de las películas, el Duende Verde y el Doctor Octopus, quienes justifican sus acciones expresando que, al ser los más fuertes y excepcionales tienen el derecho de usar sus poderes para satisfacer sus deseos. Ellos eligen un camino opuesto al de la justicia y se dejan llevar por la avaricia; en contraste, el Hombre Araña se empeña en usar sus poderes en servicio de los demás. Cuando el Duende Verde le pregunta por qué se toma la molestia de ayudar a otros, Peter simplemente le responde: “Porque es lo correcto.”

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¿Por qué hacer lo correcto?

En la Apología de Sócrates, Platón narra un evento de la vida de su mentor en el que un grupo de atenienses le ordenaron llevar a un hombre inocente a la corte acusándolo de cargos falsos. Según la historia, Sócrates se negó declarando que se rehusaba a hacer algo injusto o impío; no hacer lo correcto era un castigo peor que la muerte. Ante esto, Platón decía: “Si buscamos el bien de nuestros semejantes encontraremos el nuestro.” El empeño de Sócrates en hacer siempre lo correcto le costó la vida, pero él estaba convencido de que debía mantenerse fiel a la causa sin importar las consecuencias. El gran filósofo se muestra así como un verdadero ejemplo de héroe. Si bien el Hombre Araña no fue sentenciado a muerte por sus ideales, sí se vio enfrentado en numerosas ocasiones con el dilema moral de decidir hacer o no lo correcto.

Por su parte, Aristóteles hace referencia al camino heroico con el concepto de virtud o areté, que él define como la capacidad de hacer bien todo aquello que uno hace. Para Aristóteles, una vida buena es una vida virtuosa. Tanto para la ética de Aristóteles como para la de Platón, la virtud es un aspecto fundamental. Llevar una vida virtuosa implica hacer lo correcto por las razones correctas, situación que se percibe claramente en las acciones y decisiones del Hombre Araña.

Pero, ¿cómo sabemos qué es lo correcto? Hay ocasiones en las que las opciones que tenemos dificultan determinar qué debemos hacer. Sanford recomienda en esos casos pensar en qué haría uno de nuestros héroes o ejemplos morales; “Podemos preguntarnos, ‘¿qué haría el Hombre Araña, o Sócrates (…), o la Madre Teresa o mi mamá en esta situación?’, y usar su ejemplo para determinar qué sería virtuoso hacer.” El papel que desempeñan en nuestras vidas los héroes o ejemplos morales es dual: por una parte nos inspiran a ser como ellos y, por otra, nos sirven de guías al momento de tomar decisiones difíciles.

El hombre araña, Aristóteles y las cuatro virtudes


Platón identifica cuatro virtudes cardinales que deben guiarnos hacia el bien: sabiduría, valentía, templanza y justicia. Estas cuatro virtudes nos ayudan a determinar qué es lo correcto y nos sirven de apoyo para mantenernos en el camino del héroe. Llevar una vida guiada por estas virtudes no es nada sencillo y hasta nuestro superhéroe batalla con ello. Recordemos la escena en la que Peter le dice a Mary Jane que no puede darse una relación romántica entre ellos pese a que, en el fondo, es lo que él ha deseado por muchos años. Sin embargo, él sabe que entablar una relación de ese tipo pondría en riesgo a Mary Jane y no sería lo correcto.

Peter hace uso de su sabiduría, valentía, templanza y justicia para tomar una decisión muy difícil y mantener su determinación de siempre hacer lo correcto. Platón recalca la importancia de no desviarse de ese camino virtuoso porque, inclusive “la sabiduría se convierte en mal si no apunta hacia la virtud.”

Aristóteles también recalca la importancia de las mismas cuatro virtudes pero, para él, actuar virtuosamente requiere más que solo conocer en qué consiste cada una, requiere haberla adquirido a través de la práctica. “Considero más valiente al que conquista sus deseos que al que conquista a sus enemigos, ya que la victoria más dura es la victoria sobre uno mismo.” Aprender a hacer lo correcto es, entonces, cuestión de práctica, dice Aristóteles, ya que “es por medio de llevar a cabo actos justos que surge el hombre justo, y por medio de llevar a cabo actos templados el hombre templado.” Una persona debe actuar como alguien virtuoso si desea convertirse también en una persona con virtudes. Es por eso, comenta Sanford, que “una instrucción moral adecuada – que incluya la designación de ejemplos morales como el Hombre Araña y promueva a que sean imitados – es tan esencial para los niños.” Como bien afirma Aristóteles, “no hace una pequeña diferencia, entonces, si formamos hábitos de uno u otro tipo desde nuestra juventud; hace una diferencia muy grande, o más bien hace toda la diferencia.”

Además de saber cuándo una acción es la correcta, Aristóteles enfatiza que, para actuar virtuosamente, uno debe elegir la acción virtuosa por lo que representa y no por el resultado que pueda tener. Tanto Aristóteles como Platón utilizan la palabra griega kalon, que significa ‘noble’, ‘fina’ o ‘bella’ para referirse a una acción virtuosa y es esa belleza o nobleza de las virtudes la que nos lleva a las grandes acciones. Y es, precisamente, esa belleza y nobleza de las acciones del Hombre Araña lo que nos resulta tan atractivo. Es justamente por eso, comenta Sanford, que en nuestras vidas diarias nos esforzamos por hacer lo correcto, porque hacerlo constituye vivir de manera excelente; es vivir de tal manera que acogemos lo bello y lo noble. En ese sentido, debemos aspirar a ser todo lo que podemos ser y llevar nuestro potencial al máximo.

Como seres morales y racionales, nos cuestionamos quiénes somos y cómo debemos vivir. Este cuestionamiento está constantemente presente en la mente de Peter Parker a lo largo de las películas. “Mientras esté vivo nunca olvidaré estas palabras, «Un gran poder conlleva una gran responsabilidad». Este es mi don, mi maldición. ¿Qué quién soy? Soy el Hombre Araña.”


En nuestras propias búsquedas de identidad no debemos olvidar que, aunque todos compartimos la misma naturaleza humana, cada uno de nosotros posee sus propios “poderes” y se ve enfrentado con situaciones únicas en las que será necesario actuar en bien de los demás. No obstante, todos debemos responder de igual manera a ese llamado para usar nuestras habilidades y ayudar a otros cuando se requiera. En palabras de Sanford, “La ironía de la felicidad humana es que nuestra naturaleza está constituida de tal manera que es solo a través de asumir el peso de la responsabilidad de hacer lo correcto, y no solo buscar placer, que podemos ser felices.” En un tono similar, Aristóteles afirma que “La verdadera felicidad consiste en hacer el bien.”

La vida de Peter Parker no es sencilla y a lo largo de las películas lo vemos sufrir la pérdida de su tío, la lesión de su tía, el odio de su amigo y el dolor de no poder estar con la mujer que ama. El Hombre Araña nos enseña que, sin importar las dificultades que puedan surgir, el camino de la justicia siempre es preferible. Él es feliz, a pesar de todo, porque su amor por la belleza de hacer lo correcto lo ha llevado a convertirse en todo lo que debe ser: Peter Parker y el Hombre Araña son uno y el mismo; no puede existir uno sin el otro.


El hombre araña y el significado de la vida

Muchas personas creen que la vida se trata de tenerlo todo. Inclusive, hay una gran cantidad de libros de autoayuda, gurús y doctrinas “New Age” que prometen justamente eso enganchando a sus clientes con frases como “puedes tenerlo todo y yo te enseñaré cómo lograrlo”.

Pero, el significado de la vida no es poseerlo todo, al menos no todo lo que deseamos ya que muchas veces lo que deseamos no es bueno, justo o noble y eso hace que fracasemos en nuestro intento de convertirnos en verdaderos seres morales. Vivir una vida buscando tener todo es vivir la vida de un tirano, una vida que Platón equipara a una pesadilla.

Él mismo decía que “la mejor riqueza es contentarse viviendo con poco.” En la Apología, Sócrates nos enseña que “una vida sin examen no merece ser vivida”. Para examinar nuestra vida y realmente conocerse a sí mismo es necesario considerar cómo uno debe vivir. Estos cuestionamientos inmediatamente nos alejan del camino de villanos como el Duende Verde o el Doctor Octopus, ya que su sed de poder solo busca satisfacer sus placeres y anhelos. Y a pesar de que cuentan con habilidades envidiables, al dejarse llevar por sus deseos obscuros, acaban siendo esclavos de sus pasiones.

“Pero ese no debe ser nuestro camino.” – comenta Sanford – “Cuando reflexionamos acerca de quiénes somos, cuáles son nuestras capacidades, cómo deben ser utilizadas y hacia qué fin deben ser dirigidas, y sumamos eso a nuestra convicción de poner nuestras habilidades al servicio de lo correcto, empezamos a llenar nuestras vidas con el significado que deben tener.” Esta valoración reflexiva de uno mismo se puede apoyar en las figuras de los héroes morales. En ellos vemos una manera de vivir que es noble y bella, una forma de vivir que realmente vale la pena. Al final, no importa si nuestros héroes son personas cercanas a nosotros o personajes ficticios como el Hombre Araña, lo que importa es que nos inspiren a convertirnos en la mejor versión de nosotros, a vivir rectamente y virtuosamente; a vivir bien.


Referencias

Sanford, J. (2005). Of Spider-Man, Spider-Man 2, and Living like a Hero. En Movies and the Meaning of Life. Philosophies take on Hollywood, Editado por Kimberly A. Blessing y Paul J. Tudico, pp. 131-138. Chicago and La Salle: Open Court.

Este post hace referencia a las dos primeras películas del hombre araña protagonizado por Tobey Macguire. Puedes conseguirlas en Blu-ray en Amazon.

Puedes leer más sobre el cine y la filosofía en el blog. Fight Club y Belleza Americana.

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