Quizás uno de los recuerdos mas profundos y educativos que tengo para mi vida, han sido las vigilias del Maestro Ehecatl. Así llamábamos a los viajes que realizábamos en las veintenas mexicanas antiguas llamadas Tozoztontli y Huey Tozozitl, (pequeña vigilia y gran vigilia), tiempos en los cuales cuenta el Maestro, los antiguos mexicanos se iban al cerro a pasar la noche sin dormir, a hacer vigilia. Nunca entendí el significado profundo de estos viajes, incluso llegué a molestarme con el Ehecatl por hacernos pasar tantas penurias. Podría decir que nunca en mi vida había llegado a padecer hambre, dolor, cansancio, sueño y coraje al mismo tiempo.
A veces pienso que los grandes entendimientos de la vida llegan muchas veces a través de la vida irracional. Poner al limite su propio cuerpo, hace que nos preparemos para diversas circunstancias adversas, incluyendo nuestra propia muerte.Los primeros viajes que Ehecatl nos hizo hacer, parecían una suerte de aventuras de un viajero mal preparado. ¿Pues quien en su sano juicio sube un cerro con solo agua y fuego? ¿Y las tiendas de campaña? ¿Y las bolsas de dormir? ¿Y las latas de atún profe???????

Ehecatl: ¿Para que quieres eso? No vas a dormir ni comer…
Tenamaxtli: ¿Entonces que vamos a hacer profe?
Ehecatl: Vas a mirar tu rostro en un espejo por horas…

(Jajaja, ah que profe, me quiere hacer algo muy sencillo)

Claro, es sencillo (casi) hacerlo en casa, con comida en la panza y sueño en el cuerpo. Hasta donde se puede concentrar uno con el frió de la punta de un cerro, un espejo y una vela en tu cara, y con el plus del hambre y del sueño.

(Mirando el fuego)
Ehecatl: Es hora de hacer el ejercicio.
Tenamaxtli: Perfecto
Ehecatl: Aqui no. Vete a allá, lejos de nosotros.
Tenamaxtli: Allá no veo nada prof…
Ehecatl: Mejor, y no camines hacia donde están las luces de la ciudad. Es sábado y seguramente te distraerán las cumbias que se oyen a lo lejos.

Es muy difícil observar su propio rostro por horas en un espejo. ES DIFÍCIL hacerlo por 30 minutos. Te saltan muchas cosas a la cabeza. Y todo va siempre relacionado a ti, en tu interacción con los demás. Quizás una de las cosas que mas recuerdo, es la idea de «eres un rostro más» que pone al descubierto un lado de sencillez necesaria para el respeto de otros rostros.

Ese cerro (que se encuentra en Xochimilco, teniendo el nombre sencillo de tepetlxochitl) esta bastante adornado por la modernidad. El bullicio se alcanza a oír a lo lejos, y muchas partes del cerro se encuentran habitadas. Al subir el cerro, escuchamos algunos balazos de gente que nos creía ladrones o algo así. Incluso recibimos la visita de varias personas en la madrugada, para indagar que estábamos haciendo (quizás ellos mismos eran ladrones y se desanimaron al ver nuestro aspecto medio hipioso que traíamos).

Otro viaje que recuerdo, fue hecho en un cerro que esta por Teotihuacán. Aún recuerdo a la viejita que le preguntamos por que lado se subía el cerro, nos decía con mucho miedo.Señora: Tengan cuidado jóvenes, por ahí espantan. Les van a salir los coyotes.

Al estar en las faldas del cerro, efectivamente escuchamos los aullidos de un coyote, muy a lo lejos. El Maestro Ehecatl saco una flauta y empezó a tocar. Duro unos cuantos minutos. Cuando termino. El silencio absoluto.

Uno piensa que cuando sube un cerro, se encontrará con serpientes, mosquitos y mucha fauna agresiva. Ese día me senté en la tierra, en medio de la oscuridad, sin recibir un solo piquete de mosquito o cualquier otro ser vivo. Solo recuerdo la oscuridad y las estrellas, que servían de canal de televisión antes. ¿Que dirán las estrellas el día de hoy?

Otro viaje más. Un cerro de la sierra norte de puebla. Un cerro que había sufrido de tala ilegal, pero que todavía conservaba la belleza de sus aguas y su abundante pasto. Ese día habíamos llegado en la tarde noche, cuando el sol esta dejando de alumbrar, y hace mas difícil la subida.

Tenamaxtli: profe, ya no veo nada, a que hora llegaremos?…
Ehecatl: Ya pronto muchacho…
Tenamaxlti: Oiga prof, en serio, ya me cansé…
Ehecatl: Ya casi llegamos…
Tenamaxtli: Y que vamos a hacer esta vez?
Ehecatl: Vamos a hacer ayuno de palabra.
Tenamaxtli: O sea que?
Ehecatl: Si… no vamos a hablar en toda la noche.

¿Que le pasaba al Maestro Ehecatl? ¿Toda la noche sin hablar? ME VOY A DORMIR!!!

Ehecatl: No te preocupes muchacho, yo me encargo de que no duermas…

Justo en la puesta del sol, tal como había dicho Ehecatl, dejamos de hablar. Usamos señas para hacer la fogata y plantear varios ejercicios. Solo el Maestro Ehecatl podía hablar. Y vaya que se divertía con ese poder.

Ehecatl: A ver muchacho, vete por unas ramas para la fogata, y dije ramas, no pienses otra cosa…
Tenamaxtli: (A señas, jaja, si muy gracioso)
Ehecatl: ¿Que dices muchacho? ¿Que mejor traes palos?
Tenamaxtli: (No, quiero decirle que que vamos a hacer) a señas…
Ehecatl: Deja de insultarme muchacho, no me señales con ese dedo…
Tenamaxtli: Arghh…

«Bueno ya es hora» Dijo el Maestro Ehecatl. Esta vez van a pelear entre ustedes. Son las 4 de la mañana y es la hora cuando menos tienen energía para hacer cualquier cosa. Casi todos han hecho el ayuno de sueño y de palabra. Excepto Tenamaxtli, que se durmió un rato…

Tenamaxtli: a señas (no es cierto)
Ehecatl: ¿Que dices? ¿Que quieres ser el primero en el ejercicio?

Arghh!! lo hacia a proposito…

El Maestro Ehecatl me puso de frente a otro persona. Le dijo que ocultara un brazo en su espalda, y que yo hiciera lo mismo. Teníamos que tocar el hombro de la otra persona con una sola mano. Ja! que sencillo. Seguramente ganaría. Pero de nuevo, ¿quien puede hacer eso en la oscuridad de la noche, con una pequeña lamparita de mano (que llevaba Ehecatl, como referee), con sueño, hambre, frio y cansancio.

Ehecatl: Aquí todos van a sacar a sus conejos…
Tenamaxtli: ????

El Maestro nos habia contado una vez, que todos guardamos nuestros conejos en la mente. Cuando estamos borrachos o en una situación donde no podemos controlarlos. Estos conejos afloran. Como si fueran personalidades que no sacamos, a menos que los obliguemos.

Ese día sufrí muchas alteraciones de mi personalidad. Ehecatl sabia por mi tonalamatl, que estaba proclive a desarrollar mucho coraje y orgullo en momentos obligados. Un ejercicio tan fácil como tocar el hombro del compañero se tornaba difícil en un terreno inclinado, oscuro, y lleno de zanjas. Sin contar con la burlesca narración del Maestro que imitaba a todos los comentaristas de box que sabia. El que mas perdía puntos, mas recibía burlas. Muchas veces llegaba a tropezar yo solo en las zanjas. Cada caída provocaba mas risas de parte de Ehecatl, y mi enojo salio a flote. Mas que enojo, era FURIA. Después de varias caídas por peleas malogradas, el cansancio excesivo me hizo quedarme el suelo. Respirando agitadamente…

Ehecatl: ¿Que paso muchacho? ¿Ya no puedes más? Ándale arriba…

Dando de manotazos al Maestro haciendo señas «ya dejeme en paz»

Ehecatl: ¿No conocías ese lado tuyo verdad? ¿Estas enojado verdad?

Los pensamientos se podrían difuminar cuando uno habla. Pero esa vez no podía responder. Sus palabras no tenian retorno. Entraron profundamente en mi cabeza. Empezaron a «saltar» recuerdos. Cuando era muy pequeño, me comí tantas pastillas para la gripa para niño, pensando que eran dulces, que fui directamente al medico. Recuerdo que quería hacerme un lavado de estomago. No recuerdo porque no quise que lo hicieran y batallaron varios médicos y enfermeras en atarme a la cama para calmarme. Estaba tan enojado, que la furia apareció y logre evitar el lavado de estomago. Nunca pudieron conmigo.

Otro recuerdo salto repentinamente. También estando muy chico, me habían recetado vitaminas que tenían un tamaño muy grande para lo que yo consideraba pastilla. Nunca las quise. Sin embargo mi familia me obligaba a tomarlas. Me escondí bajo la cama y espere a que se olvidaran del asunto. Un tio intento sacarme a la fuerza y le di de patadas. La furia de nuevo…

Para ese entonces, estaba ya de pie, viendo otro oponente más que me había puesto el maestro Ehecatl. El frio había desaparecido, estaba completamente sudado. La mitad por el ejercicio, y la otra mitad por el coraje que provoca calor en el cuerpo. No podía reclamar con palabras, los manoteos y señales con el cuerpo eran siempre malinterpretados por el Maestro Ehecatl. Solo podía pelearme con alguien que me escuchaba y respondía. Yo mismo.

Saltó a mi mente otro recuerdo. El segundo asalto que sufrí en el D.F. Un asalto indirecto cuando venia con unos amigos y uno de ellos traía un celular. Y los ladrones querían quitarnos el celular que traía mi amigo, peligrosamente estando todos arriba de su auto estacionado y con todas las puertas abiertas. Un ladrón por cada puerta. Le había dado mi chamarra a un amigo para que la cuidara ese dia, pues iba a ir al centro en la noche. Todos mis amigos se quedaron quietos esperando ordenes de los ladrones. Yo me baje a pelear con uno de ellos. A mi corta edad y a la larga experiencia del ladrón fui sometido a golpes y azotado contra el coche a un lado. Y lanzado de nuevo al interior del coche. De nuevo, ardía en furia.

El sudor me provocaba ardor en los ojos. Perfecto. Sin luz y con los ojos llorosos. No podia ganar ni una batalla, a pesar de sacar toda la energía y coraje que tenia almacenado. Era un peleador borracho cayendo de zanja en zanja. Las risas del Maestro Ehecatl, mas carbón al fuego…

Ya no me soportaba a mi mismo. Sentía ataques por todos los flancos. Y el que mas me dolía, era el que estaba en mi cabeza. No sabia si sentirme bien o mal por ese coraje que tenia por dentro. Sentía que a veces se combinaba con mi ego y lo hacia mas letal para mí. Sin dejar salir palabras, todo lo que decía el Maestro Ehecatl, encontraba entrada y nunca salida. A veces pensé incluso en golpearlo a él. El tenia la culpa de que estuviera ahí. Sufriendo física y emocionalmente. Las agresiones que mas duelen, son las que se hacen a uno mismo en el inconsciente. Cuando algo no nos agrada en lo físico, lo compensamos con un placer mental. Y cuando algo no nos agrada en lo mental, recurrimos al placer físico. Al menos entendía porque la necesidad de droga en tantas personas…

La noche terminó. El sol salio de nuevo. Y quería decirle con mucho entusiasmo «Buenos días». El Maestro Ehecatl dijo:

Ehecatl: Bueno, terminó el ayuno. Pueden hablar, vamos bajando del cerro para desayunar en el pueblo.

El sol si que da energía. Muchos síntomas nocturnos habían disminuido al salir el sol. Incluyendo el frio, y el sueño. Uno puede llegar a amar el calor del sol cuando ha pasado por frio largo e intenso.
Chalma y la ultima prueba

Los días de la veintena de la pequeña y la gran vigilia estaban casi terminando. El Maestro nos dejo un ultimo viaje en donde seguiríamos un camino usurpado por los cristianos, que iba del cerro del Ajusco, al árbol del ahuehuete. Un árbol que tiene un rio debajo suyo.Tenamaxtli: Profe, ¿Cual es el próximo viaje de la muerte.
Ehecatl: Chalma muchacho.
Tenamaxtli: Chalma? ¿Los que peregrinan? Nos vamos a encontrar a los cristianos en el camino.
Ehecatl: No te preocupes, vamos a ir en otra fecha.

Esa vez tenia una pequeña distracción, o varias. Iban varias mujeres, y entre ellas iba una muy atractiva, que no había hecho las anteriores vigilias. Íbamos muchísimas mas personas también. Y como le decía a Ehecatl. Tanta basura dejada por los peregrinos bien emparentados con Dios y la basura que tiraban, pues un recolector de botellas de plástico podría hacerse millonario al recorrer todo el camino. Y las risas que esta vez soltaba con el Maestro Ehecatl:

Tenamaxtli: Sabe que profe, ya no voy a hacer uno de sus ayunos de palabra. Esta vez voy a hacer lo contrario. Voy a hacer un ayuno de silencio!!!
Ehecatl: A que muchacho Acatzin, esta bien hazlo. Pero muchas harán ayuno de palabra, no se con quien vas a hablar…
Tenamaxtli: Pos con uste´profe! ¿quien mas?

Ese viaje empezó con muchas risas y juegos con los demás. Efectivamente estaba haciendo ayuno de silencio, pues no paraba de decirle estupideces al Maestro Ehecatl.

Tenamaxtli: Ya sé profe, yo voy ser Venancio y uste´Diego (en acento español)
Ehecatl: Esta bien Venancio, pero solo si dejas echarme una indita…
Tenamaxtli: Joder Diego, me agrada vuestra idea, pero una que este cristianizada, no quiero que se me pegue su dios huichilobos…
Ehecatl: ¿Pero que decís hombre? Todas estaís cristianizadas! y las que no las mandamos directamente al cielo.
Tenamaxtli: Os habeis puesto a todas como santo cristo?
Ehecatl: Así es Venancio, y ahora habrá que cazar mas indios para no dejar que se sigan adorando ídolos falsos. Y crucificar a los que no se dejen, para que tengan cristiana sepultura y os redimamos de sus idolatrías, AMEN.

Pasamos HORAS haciendo el mismo juego de españoles conquistadores. Llego a ser realmente divertido imitar conquistadores.

Tenamaxtli: Mirad Diego, Un indio idolatra.
Ehecatl: hombre! es cierto Venancio, matadlo inmediatamente. Podría invocar a su satánico huicholobos. Recuerda su poder en Temistian.
Tenamaxtli: Claro! MATADLO INMEDIATAMENTE DIEGO!
Ehecatl: Hostias, se ha echado a correr…
Tenamaxtli: Malditos indios, corren mucho Venancio…
Ehecatl: Dejadlo Venancio, que ha dejado a su esposa… chingadla!

Partimos a las 7 p.m de un sabado. Caminamos durante cinco horas, hasta que una lluvia con truenos y granizo nos estaba haciendo sucumbir. Muchos de nuestro compañeros habian entrado en un estado de cansancio profundo. El granizo estaba haciendo que la visibilidad fuera estrecha. Y los rayos provocaban un miedo en mí. Cuando pasabamos una subida, senti el trueno casi enfrente de mi.

Tenamaxtli: Ostias! ¿Venancio? ¿Que acaso los truenos no se ven y luego se oyen?
Ehecatl: Joder! asi es!, ¿Habeis visto los dos al mismo tiempo?
Tenmaxtli: Por huichilobos que asi fue!
Ehecatl: Me cago en Dios Venancio, que eso solo es posible si cae enfrente de ti.

(Sin acento, «oiga profe, eso si me asusto»)

La granizada habia aumentado. Ahora era tan grande, que los pedazos de hielo dolian al caer. Habia sufrido una operación de ojos unos dias antes. El doctor me habia prohibido estrictamente mojar mis ojos por lo menos en dos meses. La retina se podria desprender.

En medio de la nada, encontramos una cabaña. Al ser camino de peregrinos, habia una señora con sus hijas vendiendo tacos en medio de la nada. Esa vez le dije al Maestro Ehecatl.

Tenamaxtli: Al diablo su ayuno de comida profe, y tengo hambre y estoy empapado. Mire, se congelo mi mano.
Ehecatl: Como eres quejumbroso muchacho…

No podia soportar el hambre, y la oportunidad se habia dado. El rayo habia sido ya bastante, y estar completamente empapado a media noche, realmente cambiaba mi humor. Comi un poco y me quite la ropa para intentar secarla en los tambos con lumbre que habia en la cabaña. Seguimos nuestro camino media hora despues, ya sin mucha lluvia. Y con un poco mas de animos. La chica que habia llegado con nosotros habia perdido todo su encanto despues de viaje y empapada por horas. Incluso llego a vomitar horas mas tarde.

Las horas pasaron, y lo unico que veia era mas camino lleno de botellas de plastico, al menos no nos dejaban perdernos. Una vara que me servia de apoyo en todo el camino, era una excelente auxiliar. Me salvo varias veces de caer en el lodo. Y la necesite mucho despues de olvidarla cuando llegamos a una carretera.

Tenamaxtli: Profe, es muy peligroso caminar en la madrugada a la orilla de una carretera, puede venir un auto y llevarnos de corbata.
Ehecatl: Pues orillate más…

Solo recuerdo haber gritado «Venancio!!» cuando cai profundamente en un barranco que no se veia en la oscuridad de la noche. Un compañero se arrojó valientemente a salvarme, y yo por suerte, habia caido en un tronco que detuvo mi caida. Al caer en el tronco, mi rescatista cayo sobre mi.

Ehecatl: «Estais bien Venancio?»
Tenamaxtli: «Que no es uste´Venancio profe?»
Ehecatl: Jajaja…

Me rescatarón de una caida libre segura. Quedaban pocas horas de oscuridad y estaba esperando fervientemente el sol. Eran las 6 de la mañana y no le veia fin al camino a Chalma.

Mi ayuno de silencio termino, y mi humor empezo a cambiar. Ya no podia caminar más. Antes nos quedabamos en algún lugar, y esta vez habiamos caminado toda la noche sin parar mas que una vez.

El dia empezo con un fuerte sol que quemaba mi espalda. Para colmo, el Maestro Ehecatl me habia puesto a cargar un Huehuetl, o tambor antiguo, que a esas horas, no hacia mas que modificar mis animos. Muchos empezarón a quejarse del Maestro Ehecatl. Era demasiado sus pruebas.

Tenamaxtli: Profe, ya estoy harto, no le veo fin al camino. Y menos con este tronco que traigo atras.
Ehecatl: No aguantas nada Venancio.

Ya eran casi las doce del dia, cuando arribamos al arból del Ahuehuete. Efectivamente salia un rio debajo de él. Y habia un infinidad de personas usando ese espacio como recreativo acuatico. Incluyendo una cantidad de cristianos considerables. Un lugar tan especial hecho «Temixco.» En fin…

El ejercicio final era entrar en el agua helada, antes de descansar. El Maestro decia que se abririan nuevos canales de percepción del mundo. Yo solo senti un estado curioso que los psicologos denominan lucidez.

Para las personas que terminarón de leer hasta aca, les aviso que habrá un proximo viaje del Maestro Ehecatl el dia 8 de mayo a las 3:30 pm de la estación de tren ligero Estadio Azteca, para vivir otro viaje, y quizas otra experiencia más de las vigilias del Maestro Ehecatl.

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11 replies on “Las Vigilias del Maestro Ehecatl”

  • mayo 12, 2009 at 6:21 am

    muy bueno el post, guerrero. ya hacía falta. que experiencias más interesantes, muchos saludos a ti y al maestro E.

  • septiembre 7, 2009 at 3:55 pm

    Hola señor y que "viajesote" oiga cual es su Twitter que ya lo agregue en Messenger, y bueno que bueno que se encontró en el cerro yo como buen partidario del existencialismo solo me puse a leer mucho y me atrevo a vivir ESO DE LOS CERROS PUES NO SE ME DA JAJAJAJA bueno espero saber dentro de poco y no le deseo buen camino sino la capacidad de construir uno nuevo.

  • septiembre 7, 2009 at 7:24 pm

    Muchas Gracias. Un dia de estos lo invito a subir el cerro. 🙂

  • octubre 3, 2009 at 8:16 pm

    Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.

  • Guzío
    diciembre 30, 2009 at 3:24 pm

    Otra vez, me deja sorprendido tu respeto hacia personas y culturas distintas de tí y de tu forma de pensar.

    Por supuesto que los atropellos cometidos por los españoles en contra de los indígenas fueron algo lamentable y aborrecible, pero solo un ingénuo o muy influido por los "maestros" New Age imaginaría a los indígenas prehispánicos como hippies que vivían predicando el "amor y paz". Cuando llegaron aquí los españoles en estos territorios había tantas o más guerras de las que había en Europa en aquel periodo, y te aseguro que no destacaban por su humanismo y clemencia.

    Aunque dudo que los españoles que cometieron tantos atropellos creyesen realmente en un Dios, no está de más recordar que si los españoles mataban en el nombre de su dios otro tanto hacían los aztecas, expandiendo su imperio para recolectar más y más corazones para Huitzilopochtli. En mi opinión, en ambos casos la religión no es la causa, sino solo la cubierta, una justificación para la ambición de los seres humanos, pero no causa de la misma.

    Si los españoles pudieron conquistar ésta tierra fue solamente porque miles y miles de indígenas se unieron a ellos, y eso muy probablemente no hubiera pasado de no ser por la violencia que los aztecas desplegaban contra ellos. En regiones como la Chinantla de Oaxaca o la de los matlatzincas en el actual Estado de México, los indígenas se quejaron expresamente de lo que los soldados mexicas de las guarniciones cercanas hacían a sus hijas.

    Y si piensas, otra vez, que todo eso del militarismo indígena es un invento de los perversos españoles, no tienes más que leer los estudios arqueológicos hechos al respecto, como "La Civilización Zapoteca" de Joyce Marcus y Kent. V. Flanery, obras en línea:

    http://www.famsi.org/reports/98019es/index.html

    O bien, puedes visitar tú mismo fortalezas indígenas, como la que está cerca de Mitla, en Oaxaca, y preguntarle a los habitantes que se encuentra en ella, si navajas de obsidiana y huesos (yo mismo ví huesos humanos esparcidos en el lugar) o restos de coronas de flores y hongos prehispánicos.

    No pidas respeto para tí y tu manera de pensar, si tú mismo no respetas la de los demás. Y no condenes en los otros lo que las personas que tú tanto admiras hicieron de igual o peor manera.

  • Guzío
    diciembre 30, 2009 at 3:27 pm

    Perdone el Huey Tenamaxtle mi ignorancia, sin duda fruto de la perversa influencia de los perversos españoles en mí. En mi comentario anterior, coloqué el enlace equivocado, el correcto es éste:

    http://www.pnas.org/cgi/reprint/100/20/11185.pdf

  • diciembre 30, 2009 at 5:41 pm

    Yo me pregunto en que momento hable de una critica al militarismo azteca. Mi "maestro" es tal cual, un "maestro" le importa poco la seriedad del titulo que se le ponga, por eso le digo "maestro", aunque si leiste el post, realmente es mi profesor de nahuatl. Vete a discutir con él si quieres! Tengo toooodos sus datos.

  • Guzío
    diciembre 31, 2009 at 4:12 pm

    He conocido a muchos como él, e incluso llegué a ser buen amigo de uno de ellos… hasta que dejamos de serlo.

    Si algo percibo en esos "maestros" que dicen que en el México prehispánico no hubo guerra ni dioses, ni sacrificios, ni maldad alguna… es su dogmatismo.

  • marzo 1, 2010 at 5:03 pm

    Que interesante! disculpa, donde puedo contactar al maestro Ehecatl? gracias.

  • marzo 2, 2010 at 12:11 am

    El maestro Ehecatl da clases los miercoles a las 4 pm en la Facultad de Ciencias Politicas y Sociales. Su taller se llama Taller de Lengua y Cultura Nahuatl. El salon varia, asi que puedes preguntar en la coordinacion de difusión donde estan dando clases.

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