Los espartanos no preguntan cuantos enemigos son sino dónde están
-Plutarco
Continuando con el tema de la guerra en está ocasión hablaremos del ethos del guerrero. Tomando las ideas principales del libro de Steven Pressfield: The Warrior Ethos en dónde analiza la manera en que pensaba una sociedad guerrera tomando como ejemplos varios pueblos antiguos y algunos casos que surgen en la modernidad.
¿Qué es el ethos del guerrero?
Entendemos el ethos como el carácter moral, la naturaleza y las costumbres de un grupo de gente o cultura. Ethos es la raís etimólogica de la palabra ética. El Ethos del Guerrero es un código de conducta, un concepto de lo que es correcto y lo que no, las virtudes y los vicios.
Nadie nace con el Ethos del Guerrero, se tiene que inculcar en la cultura y puede revertirse si no se enseña apropiadamente. Este Ethos fue mucho más comprendido en las épocas de la historia antigua clásica de Europa y durante casi toda la historia de Asia. En América rindió frutos hasta antes de la llegada de los españoles quienes destruyeron este Ethos.
¿El Ethos del Guerrero puede compararse con el código de conducta de las tribus y los grupos extremistas?
No, este tipo de grupos tienen diferencias significativas con el Ethos del Guerrero. Estas tribus se conducen por el ellos contra nosotros y demonizan a su enemigo. Mientras tanto, en el Ethos del Guerrero hay un respeto por el enemigo. Al enemigo se le respeta por querer defender su territorio y sus valores. Alejandro Magno -por ejemplo- Persiguió a Darío II una vez que este huyó en el batalla de Galgamela. Al dar con él se dio cuenta que había sido asesinado por uno de sus súbditos. En respeto por su enemigo, Alejandro le ofreció un funeral propio de un rey caído.
La culpa vs la vergüenza
Steven Pressfield nos cuenta la diferencia entre la culpa y vergüenza que Nietzsche ya había hecho en su texto La Genealogía de la Moral. Existen dos tipos de cultura, una basada en la culpa y otra basada en la vergüenza. El occidente actual esta basado en la culpa, costumbre moral adquirida por la religión judeo-cristiana que pesa sobre nuestra cultura. Desde este punto de vista, Dios observa hasta tus más intimos pensamientos, por lo tanto, siempre somos culpables de algo sin más salida que una especie de confesión divina para obtener el perdón.
Mientras que las culturas basadas en la vergüenza utilizan algo totalmente opuesto. En este tipo de culturas el «rostro» es todo, es decir, todo lo que importa es lo que la comunidad piensa de nosotros. Si hemos cometido un asesinato pero convencemos a nuestros vecinos que somos inocentes, podemos irnos libres. Lo mismo sucedería si la comunidad cree que somos malvados, aunque esto no sea así, estaremos condenados al destierro o la muerte. Una cultura basada en la vergüenza impone sus valores desde fuera hacia el individuo, por una buena o mala opinión del grupo. La misma comunidad impone su código acerca de lo correcto e incorrecto dentro de ella.
La cultura guerrera del japonés llamada Bushido esta basado en la vergüenza; aquellos que el grupo considere como cobardes o traidores tienen que cometer un suicidio ritual para limpiar su honor. Al igual que los samurai y la cultura japonesa, los romanos, los antiguos espartanos y las culturas mexihca y maya también exponen una moral similar. Si un espartano fallaba en mostrar coraje en la batalla, su prometida lo abandonaba. Además de eso, se le negaba el matrimonio nuevamente y se le prohibía tener hijos.
El opuesto de la vergüenza era el honor. Las personas se ganaban el respeto de sus compañeros mostrando acciones valerosas. Alejandro Magno -por ejemplo- fue cuestionado por su liderato frente a su ejército. Alejandro, hizo que todos se reunieran a su alrededor y se desnudo frente a todos. El líder macedonio les hizo a ver a todos la gran cantidad de heridas que tenía en su cuerpo. Les hizo sentir vergüenza a todos por haber cuestionado su autoridad.
Guerra externa
Cuando un soldado espartano perdía su lanza o su casco, se le sancionaba con una multa. Cuando perdía su escudo era sancionado con la muerte. ¿Porqué sucedía esto? El escudo a diferencia de los otros aditamentos, era necesario para proteger toda una línea de guerreros. Al perder su escudo no sólo se está condenando a muerte, sino que está poniendo en peligro a toda la línea de soldados.
En el Ethos del Guerrero la prioridad del grupo reside sobre el grupo al que se pertenece. En una ocasión Alejandro Magno se encontraba en un desierto que albergaba poca agua. Los exploradores del conquistador le llevaron un casco lleno de agua para que Alejandro saciara su sed. Tomó el casco y tiro el liquido al piso. Si los demás no bebían, el tampoco lo haría. Alejandro fue uno de los pocos generales que estuvo siempre al frente de la batalla y en varias ocasiones fue el primero en atacar al enemigo.
Otra de las características del Ethos del Guerrero es la disposición por estar constantemente en situaciones de adversidad. El Guerrero se siente más cómodo en una situación que ponga a prueba su inteligencia y poder físico. La recompensa por su labor no es material sino psicológica: honor. Un guerrero orgulloso es portador de honor. Precisamente a esto se refería Nietzsche cuando habla de la inversión de valores en su libro de la Genealogía de la Moral: el bueno en la antiguedad era aquél que era fuerte y poderoso. La moral de la aristocracia -dice Nietzsche- fue sustituída por la del esclavo, por lo que la debilidad se volvió algo bien visto y la fuerza totalmente reprochable.
Dentro del comportamiento del guerrero, la victoria es lo más importante. Al igual que la obra de un artista, la meta del guerrero es ganar batallas. Al estar constantemente frente a la muerte aprende a convivir con ella cómicamente. La batalla de Termópilas habla constantemente de este humor ácido, un día antes de librar la batalla final con Jerjes, Leónidas comentó a sus soldados «Desayunen apropiadamente porque en la noche cenamos en el ares«.
La sociedad actual y el Ethos del Guerrero
En la actualidad existe una enorme incompatibilidad del Ethos Guerrero con la sociedad civil. Mientras que la sociedad actual se enfoca en las libertades individuales, en las sociedades guerreras existe un enorme valor por el grupo y la identidad del mismo. Ser agresivo es valioso en el Ethos del Guerrero, mientras que golpear a alguien en una sociedad civil nos puede llevar a la cárcel. Mientras que un guerrero se entrena para la adversidad la sociedad civil busca la comodidad y el bienestar. No es lo mismo un grupo guerrero inserto en la sociedad moderna que una sociedad inserta en el Ethos Guerrero. Cuando los 300 espartanos fueron seleccionados para ir a la guerra, una gran cantidad de madres de soldados lloraron desconsoladamente, pero no fueron las madres de los 300 sino de todos aquellos que no fueron escogidos. Era un orgullo mandar a los hijos a la guerra.
La guerra ha perdido también cierta ritualidad existente en otras épocas. Por citar un ejemplo, en la conquista de México, los generales mexihcas no iniciaron numerosas batallas debido a que los españoles y sus aliados no habían realizado los rituales previos a la guerra. Cuitlahuac llegó a entender que los europeos hacían un tipo de guerra que no realizaba ningún tipo de declaración previa. El Ethos del guerrero respeta el enemigo que tiene enfrente y sigue ciertos principios al ejercitar su violencia, no atenta contra ciertos grupos vulnerables de la sociedad y sigue un estricto código de conducta.