El hombre del norte (The Northman), es la nueva película del director Robert Eggers que ha generado cierta controversia en los amantes del cine. Conocido por sus dos obras cinematográficas anteriores, La bruja y El faro, el aclamado director hace una propuesta bastante atrevida con esta épica vikinga cargada de violencia, magia y drama. La película, protagonizada por Alexander Skarsgard y con un elenco estelar que incluye a Ethan Hawke, Nicole Kidman, Anya Taylor-Joy y Björk, narra una clásica historia de venganza combinada con un toque de fantasía y mitología vikinga, creando así una propuesta novedosa y atractiva.
La trama de The Northman está inspirada en la leyenda de Amleth, un antiguo mito nórdico que, curiosamente, le sirvió de inspiración a Shakespeare para escribir una de sus obras más famosas, Hamlet. Llama la atención, inclusive, la gran similitud entre los nombres de los dos personajes principales, pero Eggers no se conformó con solo hacer una versión vikinga de Hamlet, sino que se empeñó en darle un nuevo giro a esta historia clásica.
Amleth y la mitología nórdica
Amleth es una figura recurrente en los relatos escandinavos y se cree que la leyenda original data del siglo X, aunque no se ha descubierto el texto original. Se han encontrado, en cambio, varias versiones posteriores escritas en los siglos XII, XIII y XVII, siendo la más conocida la del historiador danés Saxo Grammaticus. La versión de Eggers parte de la trama general de la leyenda antigua pero toma un camino distinto agregando personajes nuevos y dándole un desenlace distinto. El resultado final es una mezcla meticulosa de detalles históricos, eventos sobrenaturales, y magia presentada bajo una atmósfera cruda, intensa y seductora a la vez.
The Northman se desarrolla principalmente en Islandia durante el siglo X. Todo comienza cuando el rey Aurvandil, padre del joven príncipe Amleth, es asesinado por su hermano Fjölnir. Amleth es testigo del acto y, además, ve cómo su tío secuestra a su madre y se queda con el trono. A partir de ese momento, Amleth promete vengar a su padre, salvar a su madre y matar a su tío. El resto de la historia nos muestra la travesía del príncipe para cumplir su venganza.
La película
Lo primero que resalta de The Northman es la cuidadosa ambientación que tiene. Si bien la película no narra un episodio histórico, Eggers buscó recrear el pasado vikingo con tanta exactitud histórica como le fue posible. “En la historia del cine, fuera de una pequeña película islandesa de finales de la década de 1970, nadie ha tratado de hacer una película vikinga auténtica”, dijo Eggers. “Yo tenía una oportunidad.”
El empeño puesto en los detalles ha sido algo que ha llamado la atención de los críticos e inclusive, el director mexicano Alfonso Cuarón comentó al respecto: “Cada plano está cargado con los elementos temáticos de toda la película. Tengo que decir que es muy complejo, es muy complicado lo que hace.” Esta autenticidad se aprecia hasta en el manejo de luz al interior de las casas, cuya obscuridad da la sensación de estar en un lugar viejo y rústico. La elección de Eggers de mostrar la vida cotidiana de una familia noble de bajo nivel es particularmente interesante y contrasta con las escenas de los grandes salones vikingos que hemos visto en series populares como Vikingos.
El juego de oposiciones y contrastes involucra los sentidos del espectador y contribuye a generar una atmósfera más envolvente. De pronto vemos hermosos paisajes grandes, abiertos, e iluminados y segundos después se nos muestra una escena llena de violencia muy gráfica con sangre, lodo, cuerpos desmembrados y gritos. Los rugidos de los guerreros y los alaridos y llantos de las víctimas acentúan el carácter salvaje de los berserkers vikingos y generan una sensación de incomodidad. En otros momentos solo se percibe obscuridad y fuego, mientras nuestros oídos se llenan de percusiones y cantos acompañados de danzas rituales que parecen llevar a los participantes a un estado de trance. Estas escenas fuertes y saturadas se intercalan con instantes tranquilos que muestran magníficas vistas llenas de montes verdes y aguas cristalinas.
El ritmo de la película no es lo que uno esperaría de una épica vikinga. En lugar de ser una saturación de escenas heroicas llenas de acción, la obra lleva una clara estructura narrativa dividida en capítulos con una secuencia lógica y clara. Aunque la película es un tanto larga, no hay realmente escenas que se podrían omitir ya que cada evento aporta información importante para entender la historia. La mezcla entre fantasía y realidad está bien llevada y capta la atención de la audiencia y, a pesar de ser una producción estadounidense, la obra no cae en ser una historia épica hollywoodesca al estilo de Gladiador, Cruzada o Troya. Precisamente, con el objetivo de presentar una perspectiva nórdica más genuina, Eggers colaboró con el novelista y poeta islandés Sjón Sigurdsson para escribir el guión de The Northman.
La mitología nórdica
Pero quizá lo más interesante de The Northman es su fuerte contenido de mitología nórdica. Cabe mencionar que este punto es apenas mencionado en las múltiples reseñas que ya existen sobre la obra. Al estar basada en una leyenda, la película hace uso de símbolos, magia y elementos sobrenaturales para crear escenas en las que se mezclan sueños y visiones con la realidad. La aparición de dioses como Odín, Freyr y las Valquirias se realza con la inclusión de aspectos fundamentales de la cosmovisión vikinga que, no solo le dan más autenticidad a la narrativa, sino que también le aportan un cierto misticismo.
La mitología nórdica abarca las creencias, tradiciones, leyendas y religión de los antiguos escandinavos. Los vikingos creían que al centro del universo había un gran árbol cósmico o árbol de la vida llamado Yggdrasil. De las ramas de este árbol se sostenían los Nueve Mundos, planos en los cuales vivían dioses, humanos y toda una gama de seres como enanos, gigantes y elfos. De la raíz de Yggdrasil surgía una fuente de agua cuya función era llenar el pozo del conocimiento. En la película, el árbol se presenta como un símbolo constante que conecta el pasado, presente y futuro de Amleth. Los momentos, personas y lugares importantes en su vida se van entrelazando con las ramas del árbol a manera de un Yggdrasil personal.
A lo largo de la obra aparecen como puntos recurrentes dos lugares de gran importancia en la mitología nórdica: Valhalla y Hel. El primero corresponde a un gran salón ubicado en Asgard, el mundo de los dioses, al que viajaban la mitad de los hombres y mujeres muertos en combate guiados por las Valquirias. Estos individuos eran elegidos por Odín, dios principal del panteón vikingo, y debían ser los más guerreros más valientes. En El hombre del norte, Amleth tiene varias visiones de una valquiria que lo lleva a Valhalla sobre su caballo alado, dándonos a entender que su destino marca que tendrá una muerte heroica.
En cambio Hel, también conocido como Helheim, corresponde al inframundo o mundo de los muertos. Allí gobernaba la diosa Hela y llegaban a ese plano aquellos que morían sin honor. La batalla final entre Amleth y Fjölnir ocurre justamente en las puertas de Hel, rodeados de fuego y ceniza. Amleth cree firmemente que su tío asesino y traicionero tendrá su descanso eterno en el inframundo, sin embargo, hacia el final de le película un giro inesperado pone en duda cuál de los dos es realmente el villano.
The Northman Simbología
Además de estos elementos de la mitología nórdica, The Northman nos presenta animales con una gran carga simbólica, como el cuervo y el lobo, que tienen una fuerte conexión con las creencias vikingas. El dios Odín aparece comúnmente representado con dos cuervos y dos lobos que lo acompañan. Los cuervos se asocian a la sabiduría y el conocimiento, mientras que los lobos representan fuerza, miedo y envidia. En la película, ambos animales tienen un vínculo con Amleth, posiblemente indicando que el dios está de su lado, pero quizá también haciendo alusión a que el príncipe posee ciertas características de las dos criaturas. Cabe mencionar que el cuervo también hace referencia al rey Aurvandil y Amleth lo interpreta como una señal de que su padre lo está guiando.
Las profecías hechas por la vidente y los brujos nos llevan a otro concepto importante en la cosmovisión nórdica: el destino. Para los vikingos, el destino era la fuerza que determinaba el curso de eventos en el universo. El destino era concebido como un tapiz que era tejido por tres mujeres llamadas Nornas, o diosas del destino, que vivían debajo de las raíces de Yggdrasil. Cada norna se relacionaba a un tiempo, ya fuera pasado, presente o futuro y de esa manera todo estaba entrelazado.
Las cosas que sucedían en el mundo no eran aleatorias, sino que estaban destinadas a ocurrir. Todos a excepción de las Nornas estaban sujetos al destino, incluyendo a los dioses, y en la película se recalca la importancia que esta fuerza tiene sobre Amleth y su trayectoria. En las múltiples visiones del príncipe se ven estos hilos del destino tejiéndose y guiando sus acciones y decisiones. El destino es algo de lo que no puede uno escapar.
El hombre del norte es una producción muy cuidada, con bastantes elementos complejos, interesantes y de calidad, sin embargo, a pesar de contar con actores de gran renombre, el punto débil de la película es la actuación y el desarrollo de los personajes. El elenco encarna sujetos grises y poco profundos que, pese a que se enfrentan a tragedia tras tragedia, no generan simpatía. El espectador no llega a sentir una conexión con ellos y al ver el desenlace se queda uno con un ligero sabor de insatisfacción. Si bien la obra cautiva con sus toques de magia y fantasía, su realismo crudo y su exactitud histórica, yo me quedé con ganas de sentir algo más.
Referencias
Eggers, R. (2022). The Northman. Universal Pictures.
Evans, K. (2016). A Brief Introduction to Animals in Norse Mythology. Recuperado de: https://kellyaevans.com/animals/
Mitología Nórdica. (2022). Mitologia.info. Recuperado de: https://www.mitologia.info/nordica/
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