A lo largo de la historia ha habido personajes cuyas ideas han generado controversia; Mao Tse Tung es uno de ellos. Odiado por algunos y admirado por otros, sus pensamientos sobre la política y la guerra sentaron las bases para que China se convirtiera en la gran potencia que es hoy en día. Para entender mejor su visión y propuesta es importante conocer primero el contexto mundial bajo el cual surge como líder.

Al final de la Segunda Guerra Mundial existían dos gobiernos en China. El Kuomintang era el gobierno nacionalista democrático bajo el mando de Chiang Kai-shek; tenía el dominio del sur y centro de China y estaba apoyado por los Estados Unidos. En el norte de China había, en cambio, un gobierno comunista encabezado por Mao Tse Tung y apoyado por la Unión Soviética. Los dos gobiernos se unieron para luchar en contra de la invasión japonesa (1937-1945), pero en 1946, al terminar la Segunda Guerra Mundial, se desató la guerra civil en China. La estrategia de Mao fue tan efectiva que logró derrocar al Ejército Nacionalista en menos de tres años y para octubre de 1949 ya había fundado la República Popular de China.

Todavía durante la segunda mitad del siglo XX las zonas rurales de China vivían casi en un sistema feudal, y en esa desigualdad Mao vio una oportunidad para llevar a cabo un cambio radical a través de la guerra. “Todos los comunistas tienen que comprender esta verdad: El poder nace del fusil.” Pero en la visión de Mao, a pesar de que las armas son importantes, no son decisivas; son las personas las que son decisivas. La guerra no es solo un enfrentamiento de poder militar y económico, sino que también implica un enfrentamiento de fuerzas humanas.

Mao fue un líder despiadado que llegó, inclusive, a matar a miembros de su propio partido con tal de lograr sus objetivos. Durante su tiempo en la universidad estuvo expuesto a las ideas comunistas de Marx y Lenin y a partir de ahí empezó a desarrollar sus propias propuestas y estrategias para China. Él decía que se necesitaba un partido puro para encabezar una revolución; en este caso el Partido Comunista. De ahí que para Mao:

“la guerra es la continuación de la política. En este sentido, la guerra es política, y es en sí misma una acción política. No ha habido jamás, desde los tiempos antiguos, ninguna guerra que no tuviese un carácter político.”

La estrategia militar empleada por Mao para derrotar a Chiang Kai-shek se basó en principios claros y bien definidos. Entre los puntos más relevantes estaba el atacar primero a las fuerzas enemigas débiles y a las zonas rurales. Las grandes fuerzas del oponente y las ciudades debían dejarse al último. Esto se liga a otro de los principios que dice que siempre se debe luchar con fuerzas superiores a las del enemigo y buscar aniquilarlas por completo. “El objetivo de la guerra no es otro que conservar las fuerzas propias y destruir las enemigas.” Para asegurar la victoria, nunca se debe entrar en batalla sin tener la certeza de poder ganarla.

guerra, revolución china

Una revolución es un acto de violencia en la que una clase, en este caso el Ejército de Liberación Popular, derroca al Gobierno Republicano que era la clase dominante. Esta es la idea básica de lucha de clases propuesta por Karl Marx que estipula que el grupo dominado buscará destituir al grupo opresor, mientras que éste último hará lo posible por conservar su posición de autoridad y privilegio. Para Mao solo había un camino: “Luchar, fracasar, volver a luchar, fracasar de nuevo, volver otra vez a luchar, y así hasta la victoria.” En ese sentido, la guerra revolucionaria es una campaña prolongada de violencia cuya estrategia se basa en agotar al enemigo, es decir, lograr que se canse primero y así obtener la ventaja.

La guerra china moderna

Mao marca la diferencia ente la guerra revolucionaria y la guerra de resistencia. Mientras que la primera se refiere a un conflicto interno, la segunda implica un enfrentamiento con un enemigo externo tal y como sucedió en la guerra entre China y Japón. Mao explica que la guerra de resistencia requiere de una estrategia distinta basada en el enfrentamiento prologado a lo largo de tres fases. La primera se enfoca en la defensa estratégica para forzar al enemigo a acercarse. La segunda consiste en el estancamiento de ambos ejércitos para rematar con una guerra de guerrilla, y la tercera corresponde a la ofensiva estratégica que emplea ataques de violencia bien coordinados entre el ejército convencional y las fuerzas guerrilleras.

También define tres etapas para la guerra revolucionaria. La primera es la fase de agitación que busca incitar a las masas a unirse al movimiento. La segunda es la de equilibrio en la cual se inician los actos bélicos con guerra de guerrillas. El ejército insurgente buscará establecer un gobierno civil y controlar los recursos materiales. Intentará, además, reclutar soldados enemigos y utilizará una campaña de propaganda para reforzar y aumentar su ejército. Finalmente, la tercera etapa corresponde a la guerra abierta entre las dos partes. El grupo guerrillero no puede surgir como vencedor a menos de que logre evolucionar y convertirse en un ejército convencional. La habilidad de Mao para llevar este principio a la práctica fue lo que permitió que los comunistas ganaran la guerra civil en China.

La influencia de la estrategia de Mao sigue estando presente en la actualidad, e inclusive su sucesor, Deng Xia-ping, que rompió con varias de las políticas maoístas, reconocía las grandes aportaciones que hizo para su país. Tang Zhouyan, director del Instituto de Maoísmo, habla sobre la importancia del legado de Mao: «Creó los principios fundamentales del país y el PCCh (Partido Comunista Chino), que siguen siendo válidos todavía hoy. Estableció la base para que China se convirtiera en un gran poder en la comunidad internacional. Fundó el Ejército Popular de Liberación de China, que continúa sirviendo y defendiendo el país todavía hoy.” Estemos o no de acuerdo con su ideología, no podemos negar que Mao fue un maestro de la estrategia que cambió de manera trascendente la historia de China.

Referencias

Cho, Tony K. (2012). La guerra de resistencia de Mao: El marco conceptual de la gran estrategia de China. Military Review, Marzo-Abril. Recuperado de: https://www.armyupress.army.mil/Portals/7/military-review/Archives/Spanish/MilitaryReview _20120430_art013SPA.pdf

Mao Tse Tung. Estrategia y táctica. Biblioteca Virtual UJCE. Recuperado de: https://www.academia.edu/10417561/MAO_TSE_TUNG

Pueblo en Línea Español. (4 de septiembre de 2009). La influencia de Mao Zedong sigue viva 60 años después de la fundación de la Nueva China. Recuperado de: http://spanish.people.com.cn/31621/6748062.html

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