A lo largo de la historia, las invasiones han sido un medio por el cual países y civilizaciones han resuelto disputas o buscado imponer su superioridad. El siglo XX se caracterizó por grandes eventos que sacudieron fuertemente a la humanidad, en especial las dos guerras mundiales y la Guerra Fría. Durante estos acontecimientos hubo numerosas batallas que han quedado opacadas por hechos de mayor impacto. A continuación se describen cuatro invasiones notables que merecen ser recordadas. Todas ellas fueron consecuencia de acciones deshonrosas que llevaron a los países agresores a no respetar derechos de neutralidad o a violar pactos de no agresión.

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La resistencia inesperada de Bélgica frente a Alemania

La invasión de Bélgica por Alemania durante la etapa inicial de la Primera Guerra Mundial es un evento que, generalmente, solo se menciona pero rara vez se aborda a detalle, no obstante, resultó ser determinante para retrasar el avance alemán.

Al estallar la guerra, Alemania se encontraba en una posición poco ventajosa al estar rodeada por países de la Triple Entente; hacia el este tendría que enfrentar a Rusia y hacia el oeste a Francia. Los alemanes decidieron poner en acción el Plan Schlieffen que consistía en mandar el 75% de su ejército a luchar contra los franceses y el 25% restante se quedaría a defender el avance ruso junto con Austria. Planearon, entonces, sorprender a Francia atacando por Bélgica que se había declarado neutral.

Bélgica contaba con un ejército pequeño y decadente que no presentaba una amenaza para el ejército alemán.

El 2 de agosto de 1914, el rey Alberto I, recibió un ultimátum en el que Alemania exigía libre paso a través del territorio belga. El rey se negó, recalcando que la entrada de soldados alemanes sería una violación de los derechos de neutralidad de Bélgica. Alemania invadió de cualquier manera.

El ejército belga salió a defender su soberanía y montó su resistencia en la fortaleza de Lieja que contaba con 12 fuertes. El general Gerard Mathieu Leman preparó la defensa y el 3 de agosto ordenó que se destruyeran puentes, túneles y vías de tren que llevaban a Lieja para frenar el avance alemán. Al día siguiente el ejército enemigo llegó a las afueras de la fortaleza y envió un nuevo ultimátum. Leman se negó a rendirse y los ataques comenzaron. Para gran sorpresa de Alemania, los belgas resistieron mucho más de lo que habían anticipado. Al no poder tomar la ciudad, los alemanes la bombardearon el 6 de agosto. Eventualmente, el ejército alemán logró apoderarse de Lieja, pero no de la fortaleza, y los belgas siguieron resistiendo.

El 12 de agosto, el rey Alberto recibió un nuevo mensaje del gobierno alemán pidiendo su rendición. El rey no respondió y los ataques continuaron. Bombardeos con artillería pesada finalmente lograron derribar las defensas belgas y 11 de los 12 fuertes habían caído para el 15 de agosto. El general Leman montó la última resistencia en el fuerte de Loncin, aguantando constantes bombardeos durante 3 días. Los alemanes nuevamente buscaron la rendición de los belgas pero Leman se negó. Finalmente, el 16 de agosto el fuerte fue derribado. Los soldados belgas restantes hicieron hasta lo imposible por defender lo que quedaba de Loncin. Leman, casi muerto, fue llevado con el general alemán quien reconoció la valentía con la que había peleado.

Al día siguiente los alemanes continuaron su marcha hacia Francia, sin embargo, el retraso ocasionado por la resistencia belga resultó crítico al darle tiempo al ejército francés de movilizarse y detener de manera definitiva el avance alemán. Tras la invasión de Bélgica los aliados empezaron a representar a los alemanes como agresores salvajes, usando inclusive esta idea en carteles de propaganda.


El expansionismo japonés y la invasión provocada de Manchuria



En los años previos a la Segunda Guerra Mundial, Japón, al igual que Alemania, inició una campaña expansionista pero por razones distintas. El espacio tan limitado de su país le generó la necesidad de apoderarse de más territorio para obtener materia prima para su creciente industria, siendo esta la motivación que llevó a los japoneses a iniciar una serie de ataques en contra de su vecino, China.

Todo inició en Manchuria, territorio chino por el cual atravesaba un ferrocarril que era administrado por Japón. Las inversiones japonesas habían impulsado el desarrollo económico en la zona trayendo, inclusive, una estabilidad que no se veía en el resto de China. El problema era que Japón dependía de Manchuria para abastecerse de soya, carbón, madera, hierro y aceite.

En abril de 1931 hubo una conferencia en la ciudad de Mukden en la que el gobierno Chino discutió la posibilidad de expulsar a los japoneses de Manchuria y asumir el control del ferrocarril, ocasionando una fuerte molestia al gobierno de Japón. El 18 de septiembre del mismo año hubo una explosión en una sección de las vías del ferrocarril. El incidente generó confusión y los japoneses consideraron responsables a los chinos, sin embargo, en realidad el atentado fue planeado por japoneses ultranacionalistas con el fin de tener el pretexto perfecto para invadir la zona.

Al día siguiente de la explosión, el Ejército Imperial Japonés desplegó sus unidades en Manchuria sin autorización del gobierno central en Tokio, lanzando una ofensiva rápida para aprovechar la debilidad militar de su vecino. Antes de que terminara el año los japoneses se habían apoderado de Manchuria y en febrero de 1932 fundaron su estado satélite llamado Manchukuo.

La comunidad internacional designó la invasión como un acto de agresión y una violación del pacto de la Liga de las Naciones de 1922, que estipulaban que la independencia y soberanía de China debían ser respetadas, y del pacto Kellogg-Briand de 1928, bajo el cual los países firmantes, incluyendo Japón, se comprometían a no usar la guerra como medio de resolución de problemas. Pese a que la Liga de las Naciones investigó el incidente, no se tomó medida alguna para que Japón abandonara el uso de la fuerza.

La invasión de Manchuria abrió la puerta a una serie de invasiones japonesas en China y para 1938 ya se habían apoderado de gran parte de su territorio, incluyendo puntos estratégicos como puertos y zonas industriales. Muchos historiadores consideran que este episodio fue un antecedente directo del inicio de la Segunda Guerra Mundial en Asia.

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El Pacto Molotov-Ribbentrop y la Operación Barbarroja


El Pacto Molotov-Ribbentrop fue un acuerdo de no agresión firmado el 23 de agosto de 1939 entre Alemania nazi y la Unión Soviética. El pacto, que tendría una vigencia de 10 años, establecía que Alemania y la Unión Soviética se comprometían a no atacarse y a no apoyar estados que fueran enemigos del otro.

El acuerdo se mantuvo secreto y sus detalles solo eran conocidos por los altos mandos de ambos países. Las cláusulas ocultas establecían que Polonia sería dividida entre las dos potencias, Europa del Este se dividiría en zonas de influencia alemana y soviética, y Estonia, Letonia y Lituania quedaban reconocidas como áreas de interés soviético.

Hitler buscaba extender su territorio bajo la justificación de que Alemania necesitaba más lebensraum o “espacio vital”.

Como consecuencia de la Primera Guerra Mundial, los alemanes habían perdido territorios que habían pasado a formar parte de Polonia, en particular la ciudad de Danzig que estaba compuesta por una población alemana en su mayoría. Según los términos del pacto, si Alemania invadía Polonia, la Unión Soviética no intervendría, aun si el conflicto escalaba y provocaba la intervención de otras potencias como Francia y Gran Bretaña.

El Pacto Molotov-Ribbentrop facilitó el inicio de la Segunda Guerra Mundial y permitió que los dos países se repartieran el territorio polaco sin consecuencias. Hitler se dedicó a invadir casi toda Europa sin preocuparse de tener un frente de guerra hacia el este y, mientras tanto, Stalin respetó el acuerdo y la Unión Soviética se mantuvo al margen.

El pacto concluyó el 22 de junio de 1941 cuando Alemania invadió a la Unión Soviética, acción conocida como Operación Barbarroja, rompiendo todo acuerdo entre los dos países. El ejército soviético no estaba preparado para enfrentar un ataque de tal magnitud y sufrió grandes pérdidas humanas y materiales. A pesar del éxito inicial de Alemania, la Operación Barbarroja fracasó. La extensión del territorio y las condiciones del invierno estancaron el avance alemán y favorecieron una contraofensiva soviética efectiva que provocó la huida de los nazis y concluyó con la entrada del Ejército Rojo a Berlín en 1945.

Algunos historiadores han especulado que, de no haber existido el Pacto Molotov-Ribbentrop, el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial hubiera sido muy distinto. La ambición desenfrenada de Hitler lo llevó a romper el acuerdo e invadir a su aliado, hecho que marcó el inicio de su decadencia.

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Las invasiones secretas de Laos y Camboya


Una de las guerras más largas de la segunda mitad del siglo XX fue la Guerra de Vietnam (1954-1973). Durante este evento la intervención despiadada de Estados Unidos no solo afectó a Vietnam, sino también a países neutrales como Laos y Camboya.

En 1954 Vietnam fue dividido en dos países: Vietnam del Norte y Vietnam del Sur. Vietnam del Norte quedó bajo el mando de Ho Chi Mihn, líder comunista, mientras que el Sur tenía un dictador apoyado por los Estados Unidos. En plena Guerra Fría, las tensiones entre Norte y Sur crecieron. El incidente del Golfo de Tonkin en 1964, en donde hubo una confrontación naval entre Vietnam del Norte y Estados Unidos, provocó la intervención directa del ejército norteamericano en la guerra.

Desde este momento el presidente estadounidense Lyndon Johnson (1963-1969) inició una larga campaña de bombardeos clandestinos sobre Laos sin tener autorización del Congreso. Entre 1964 y 1973 los Estados Unidos bombardearon fuertemente al país sin una declaración de guerra o justificación válida. Se estima que fueron lanzadas 2.5 millones de toneladas de bombas, dejando a Laos como el país más bombardeado en la historia.

La CIA fue responsable de la mayoría de los ataques, causando la muerte de al menos 50,000 ciudadanos.

Después de más de diez años de guerra ningún lado llevaba la ventaja. En 1968, el ejército de Vietnam del Norte y el Viet Cong, guerrilleros comunistas del Sur, decidieron unirse y luchar en contra de Vietnam del Sur y los Estados Unidos. El pueblo estadounidense empezó a protestar en contra de la guerra, pero el nuevo presidente Richard Nixon (1969-1974) se negó a retirar sus tropas.

En un intento de que la guerra diera un giro a su favor, Nixon ordenó la invasión de Camboya en marzo de 1969 sin tener la aprobación del Congreso. El ataque inició con una serie de bombardeos secretos en contra de bases comunistas vietnamitas. Al mes siguiente el presidente ordenó la invasión terrestre. Toda la operación se mantuvo oculta hasta que el New York Times publicó la noticia en mayo, generando indignación y controversia tanto en Estados Unidos como en el extranjero. Las estadísticas ponen el número de víctimas entre 100,000 y 600,000.

Nixon fue severamente criticado y perdió apoyo y popularidad. Se vio obligado a negociar la paz y el ejército estadounidense se retiró de Vietnam, Laos y Camboya en 1973. El historial de acciones ilegales del presidente salió a la luz y Nixon renunció el 9 de agosto de 1974.

Al concluir la guerra Vietnam del Norte y Vietnam del Sur se unificaron en 1975 como la República Socialista de Vietnam, sin embargo, el caos generado por los bombardeos tuvo consecuencias devastadoras para Camboya ya que permitió que llegaran al poder Pol Pot y el Khmer Rouge, desatando una guerra civil y un terrible genocidio.


Referencias


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Jastrzembski, F. (9 de abril de 2015). The true story of the World War One German invasion of Belgium… Recuperado de: http://www.historyisnowmagazine.com/blog/2015/4/6/the-true-story-of-the-world-war-one-german-invasion-of-belgium#.W8Y37S3Myi4=

Martín Cárdaba, A. (27 de febrero de 2018). La invasión japonesa de China, un capítulo olvidado de la Segunda Guerra Mundial. Recuperado de: https://vavel.media/es/2018/02/27/historia/884972-la-invasion-japonesa-de-china-un-capitulo-olvidado-de-la-segunda-guerra-mundial.html

Parker, R.A.C. (1978). El Siglo XX. Europa 1918-1945. Madrid: Siglo XXI de España.

Pearce Rotondi, J. (20 de abril de 2021). How Nixon’s Invasion of Cambodia Triggered a Check on Presidential Power. Recuperado de: https://www.history.com/news/nixon-war-powers-act-vietnam-war-cambodia

Wechsler, M. (4 de septiembre de 2017). America’s ‘Secret War’ and the Bombing of Southeast Asia.
Recuperado de: https://www.thebigchilli.com/feature-stories/americas-secret-war-and-the-bombing-of-southeast-asia

Para saber más

Guerra y estrategia (16): Mao Tse Tung

Guerra y estrategia (13): Terrorismo

Guerra y estrategia (4): La Batalla de Salamina

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